Los barcos son cada vez mayores y todavía más en Vigo, el puerto de España donde en los dos últimos ejercicios más ha crecido el registro bruto de toneladas, que marca el tamaño de los buques. En concreto, según datos oficiales de la estadística del organismo público Puertos del Estado, el puerto vigués pasó de recibir 36 millones de toneladas en 2022 a 46 millones en 2023, con un crecimiento del 26,7 por ciento. Y en 2024, la tendencia sigue hacia arriba, con un acumulado del 17 por ciento en los dos próximos meses, lo que significa que de mantener el ritmo la Autoridad Portuaria acabará el ejercicio sumando unos 53 millones de toneladas. En 2020, el total era de 28 millones. Por tanto, en solo cuatro años se alcanzaría prácticamente el doble. Y eso tiene consecuencias. “Por ahora caben todos excepto en Bouzas, donde haremos la mejora del atraque con los duques de Alba", reconocía el presidente de la Autoridad Portuaria (APV), Carlos Botana. "Seguimos estudiando y viendo la evolución del tamaño de los buques sobre todo en los ro-ro”, los portacoches que operan en Bouzas, indicó. Durante el mes de febrero, el último ya con datos certificados, el Puerto confirmó la tendencia: cerró en positivo en cuanto a número de escalas (+12,4%) y tamaño de los buques (+23,2% en toneladas), mientras que, en valores acumulados del ejercicio, ha habido un incremento importante en el número de escalas (+9%) respecto al mismo período del ejercicio anterior, donde destacan los incrementos de los buques ro-ro (+41,7%), y de los portacontenedores (+7%), lo que ha supuesto un importante crecimiento del volumen de GTS del +17,3%.
Con todo, Botana reconoció que en paralelo a este reto se encuentra la Autoridad Portuaria con otro no menor que se ven obligados a afrontar: la histórica falta de espacio en los terrenos de competencia portuaria. No se anduvo con rodeos: “En estos momentos el mayor problema que tenemos en el puerto es de escasez de superficie”, zanjó, asumiendo que se trata de un problema endémico y de compleja solución por las propias condiciones de la APV, incrustada en el centro de la ciudad, lo que complica ganar metros. Para lograr más espacio, la APV ha puesto en marcha un proceso de reordenación que contempla, entre otras medidas, la demolición de los silos de cemento y el cambio de ubicación del portal de control de contenedores y del puesto aduanero de Guixar. Además, espera el Puerto que una vez esté funcionando el tren directo desde Guixar al Puerto Seco (la Plisan, en Salvaterra-As Neves) será posible trasladar contenedores vacíos al polígono logístico. Ganar superficie al mar sería una operación extrema que parece improbable dadas las dificultades encontradas en el pasado. La última ha sido la extensión del puerto pesquero con 8.000 metros más, que ya supuso afrontar un complejo proceso administrativo y ante el Ministerio de Transición Ecológica. En Bouzas, por ejemplo, el Puerto ha optado por invertir entre 35 y 40 millones en un nuevo silo para almacenar automóviles en varios pisos, lo que mejorará la capacidad de la terminal y la logística de Stellantis, que se hizo con la concesión.
Trasatlánticos y Guixar aguantan, problema en Bouzas
Los cruceros de más de 300 metros son cada vez más habituales, con la llegada incluso del “Oasis of the Seas”, de 360 metros. Trastlánticos no tiene problema: la plataforma puede acoger incluso otro del mismo tamaño de forma simultánea gracias a sus más de 700 metros lineales tras la instalación de diques “duque de alba”. En Guixar, con 700 metros, lo mismo. En 2023 atracó el “MSC Turkiye”, que con sus 400 metros es el mayor barco que navega por todo el mundo, un portacontenedores único. En Bouzas hay graves problemas. Y de nuevo por el crecimiento de los portacoches. Hasta hace cuatro o cinco años la mayoría eran de menos de 200 metros, incuso de 150. Ahora ya pasan de 230 y es probable que lleguen a 300. El Puerto ha optado por el mismo modelo que en Trasatlánticos, unos “duques de alba” para ampliar la capacidad del muelle sin hacer rellenos.
