Sin Presupuestos Generales del Estado (PGE), tras la sorprendente renuncia del Gobierno a tramitarlos y someterlos ante el Congreso, no habrá con seguridad avances en ninguno de los dos proyectos “históricos” de Vigo, el AVE por Cerdedo y la nueva autovía A-52 entre Vigo y Porriño. En 2024, como en todos los ejercicios anteriores en que sí había PGE aprobados, cero euros y cero opciones para su desarrollo. En el caso de la variante de alta velocidad por Cerdedo, todos los años aparecían en los Presupuestos cantidades insignificantes, unos 370.000 euros para 2023 que tampoco se utilizaron, para una obra que se estima en torno a 2.300 millones de euros. Son ya 20 años consecutivos de trámites que no conducen a ninguna parte. El último, la renovacion por ADIF, a petición del Ministerio de Transición Ecológica, del estudio hidrogeológico por otros cuatro años, con un presupuesto de 600.000 euros. Queda todo por hacer: estudio informativo, proyecto ambiental y de obra, así como su ejecución, y ninguna garantía de que se vaya a realizar.
En cuanto a la nueva autovía, cuyo coste se iría a unos 400 millones, también todo pendiente. El año pasado había una consignación de 1,5 millones de euros para impulsar un proyecto, partida que tampoco se utilizó. En este caso se trataría de una obra nueva, desde la avenida de Madrid hasta Mos, en túnel, con un período de tres a cinco años para su diseño y ejecución. En 2024 tampoco habrá avances y miles de conductores tendrán que seguir utilizando la A-55 durante probablemente una década, salvo que el Ejecutivo acceda a la petición de la Xunta y los ayuntamientos de Mos y Vigo y retire el peaje entre Puxeiros y Porrño en la AP-9 en tanto no se construye la A-52 en túnel. Curiosamente, mientras la A-55 alcanza una intensidad de hasta 60.000 vehículos al día, la AP-9 desde Puxeiros es el tramo menos utilizado de toda la autopista, con menos de 6.000 coches diarios.
El PGE de 2023 contemplaba como principal actuación la renovación de la vía entre Vigo y Ourense por el Miño, con 46 millones, actuación en marcha que podría mejorar las comunicaciones por este trazado, ahora descartado por ADIF al concentrar todos los viajes por el Eje Atlántico hasta Santiago. Esta obra seguirá adelante al estar vinculada al Presupuesto del ejercicio anterior, en vigor y prorrogado automáticamente desde enero.
Biblioteca, no
En cambio, tampoco será el año de la Biblioteca del Estado y Vigo seguirá siendo la única ciudad gallega sin ella: contaba con una consignación mínima en los PGE 2023 para una actuación de unos 17 millones que tendrá que seguir esperando y ya van 19 años. El último compromiso fue con Miquel Iceta de ministro antes de las elecciones de julio, e incluso reconoció que sería a medio o largo plazo. Desde entonces, ni un avance.
Samil, Salida Sur o CSIC en la ETEA seguirán igual
Otras actuaciones estarán menos afectadas por no haber Presupuestos. Es el caso de la mejora de Samil en su primer tramo, con unos cuatro millones por el Concello y 2,1 por el Estado, que ya tiene en licitación la obra. Lo mismo con la construcción del edificio de Investigaciones Marinas en la ETEA, unos 12 millones que gestiona el Gobierno con fondos europeos, actuación ya adjudicada y pendiente de iniciarse. Más extraño es la reforma de la avenida de Madrid, con un convenio desde hace ocho años por ejecutar. No habría problema, a la espera de que el Concello se decida a iniciar la obra (acaba de pedir unos permisos a la Xunta). Más relevante es la Salida Sur ferroviaria, para hacer pasante la estación de Vigo, de 15 kilómetros, de ellos siete en túnel de Urzaiz a Porriño. El proyecto se encuentra de nuevo en estudio informativo con un plazo de 18 meses, hasta 2025, y 880.000 euros de presupuesto. Tras dicho estudio, tocaría encargar el proyecto y la ejecución, unos 496 millones de euros. Tendría que estar listo en 2030, para conectar con Portugal, lo que parece poco probable.
