La oferta de la plataforma digital Airbnb sigue creciendo, pero el precio medio para alojarse es similar al de los hoteles
La tecnología ha irrumpido con fuerza en todos los ámbitos de la vida cotidiana, aunque especialmente en el turístico. La llegada de Internet ha transformado la forma de buscar vacaciones de muchos usuarios. Si primero fue para encontrar los mejores precios en diferentes páginas web, ahora hay plataformas que permiten alquilar la vivienda o habitación de un particular. La más famosa es Airbnb, con diez años de historia, con 117.500 anfitriones -persona que alquila su vivienda- en España y 4,5 millones en todo el mundo.
De estos 306 están en Vigo, con una puntuación media de 4,7 estrellas sobre cinco. La ciudad cuenta tanto con alquiler de viviendas enteras o habitaciones privadas como compartidas (27). Pero a la hora de analizar el precio, se detecta que el precio medio es el mismo en esta plataforma digital que a la hora de buscar un hotel en la ciudad en las mismas fechas.
Así, para la tercera semana de septiembre del presente año (periodo fuera de temporada alta y todavía sin alto número de reservas que elevan los precios), una vivienda o habitación en Airbnb cuesta de media 67 euros. En el caso de los hoteles, de 95 alojamientos analizados, 37 tienen un precio entre 50 y 100 euros, si bien la mayor parte se mueven en una horquilla de entre 55 y 70 euros por persona.
En la plataforma digital es posible encontrar una habitación para dormir una noche a partir de 18 euros. La más cara cuesta 349 euros y está ubicada en Samil.
Los anfitriones de Airbnb emplean como reclamo la proximidad de su vivienda o bien al centro histórico y el embarcadero a las islas Cíes o bien la cercanía a las playas de la ciudad.
Aquellos propietarios que incluyen su vivienda en esta plataforma deben cumplir con el decreto de pisos turísticos aprobado por la Xunta de Galicia, que establece que el alquiler de viviendas ocasionales no puede realizarse por habitaciones y el período de oferta de estas propiedades "no podrá superar los tres meses", con estancias máximas de 30 días. Sí podrán ofrecer habitaciones individuales si residen en esa casa.
La plataforma Airbnb está diseñada de forma que el anfitrión ofrece tanto el alojamiento como el desayuno incluido en el precio. Al contrario que en un hotel, donde para poder recibir una categoría en forma de número de estrellas debe garantizarse una serie de servicios mínimos, en el caso de esta web son los usuarios los que valoran con estrellas y comentarios la casa. Los usuarios lo tienen todo en cuenta, desde si las fotos anunciadas se corresponden con lo que finalmente se encuentran, la limpieza, la cercanía con las localizaciones turísticas y el trato recibido por el anfitrión. En todo el mundo hay 4,5 millones de alojamientos disponibles presentes en 191 países. La compañía está valorada en 30.000 millones de dólares. En España, el 70% de los alojamientos se ubica fuera de los centros turísticos urbanos. En 2017 se registraron 5,5 millones de huéspedes. Los ingresos medios anuales por cada anfitrión son de 3.400 euros, y se calcula que se han movido 650 millones de euros desde la creación de la compañía hace una década. La actividad económica derivada (consumo en restaurantes, transporte...) se cifra en 4.170 millones de euros.n
