El Concello destinará cerca de 80.000 euros a la compra de kits para la detección del uso de estupefacientes y el servicio de análisis de las muestras en el laboratorio
La Policía Local reforzará sus medios y equipamientos para hacer frente al consumo de drogas y substancias estupefacientes al volante como medida para la prevención de accidentes de tráfico. La junta de gobierno local aprobó en su última sesión la contratación del suministro de equipos y servicios para detectar el uso de las drogas en los controles que se realizan en las carreteras.
En total, el desembolso municipal será de cerca de 80.000 euros. Durante los próximos cuatro años se comprarán 1.650 kits de test para la determinación de estupefacientes, estimulantes y substancias prohibidas en la saliva de los conductores por 39.930 euros. Los primeros 200 kits se adquirirán este año, mientras que en 2024 y 2025 se comprarán otros 550 cada año y en 2026 otros 350 hasta agosto.
Por otro lado, se contrató el servicio para la recogida, transporte y análisis en laboratorios homologados de hasta 800 muestras de saliva para confirmar los resultados de las pruebas que dieron positivo inicialmente. El Concello destinará a este servicio 38.720 euros y prevé analizar unas 135 muestras en lo que queda de año, 400 en 2024 y 265 hasta agosto de 2025.
A lo largo del año pasado, los controles realizados por los agentes de la Policía Local resultaron en 830 pruebas de alcoholemia positivas de las que 590 resultaron en sanciones administrativas y otras 240 en penales. Por sexos la diferencia es total, 59 de ellas fueron a mujeres y 771 a hombres, un 1.207% más. Los controles de la Policía Local también arrojaron 254 positivos en los controles de drogas, de los que 14 de ellos también fueron positivos en alcohol. Además, los agentes del cuerpo municipal también abrieron 14 diligencias por negarse a realizar una prueba de alcohol o drogas.
Según las estadísticas de la DGT, el 51,9% de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico sometidos a autopsia en el último año había consumido alcohol, drogas o psicofármacos, lo que supone 2,5 puntos porcentuales más que un año antes, un incremento en el que influye de manera especial la mayor presencia de antidepresivos y opioides.
