La terminal de Bouzas se satura tras subir la producción de Stellantis

Un portacoches gigante de la línea Grimaldi, cargando miles de vehículos ayer en la terminal marítima de Bouzas.
photo_camera Un portacoches gigante de la línea Grimaldi, cargando miles de vehículos ayer en la terminal marítima de Bouzas.
Hasta 20.000 coches se acumulan en la terminal, con seis buques trabajando desde ayer hasta el fin de semana para reducir la congestión de la plataforma

La terminal de Bouzas, la mayor del puerto de Vigo, tiene en la actualidad una capacidad máxima entre la explanada y el silo de almacenamiento en altura para acoger 18.000 unidades, nivel que ayer se superó holgadamente al alcanzar los 20.000 y dejar la plataforma en congestión, un problema muy grave por cuanto afecta a la operatividad. La causa, un pico en la producción de la automoción, básicamente la factoría de Stellantis Vigo, tras meses con paradas y problemas de todo tipo por la falta de componentes, que ha mejorado de forma sustancial los números de la Autoridad Portuaria, ahora de nuevo en positivo. Pero que a cambio han obligado a realizar un esfuerzo logístico extraordinario con la participación de hasta seis buques portacoches para tratar de aligerar los muelles, al situarse por encima del límite de su viabilidad.

 

 

En concreto, durante la jornada de ayer tres embarcaciones cargaron: 3.200 vehículos el “Grande Texas”, otros 1.245 el “Hoegh Oxaka” y 400 el “Suarvigo”, el más pequeño de todos, de la serie anterior de buques ro-ro, muy lejos de los actuales, ya de 200 metros de eslora. Entre hoy y el sábado, dentro de la misma operación contra el “overbooking”, estarán trabajando el “Autoeco”, con 2.700 coches, el “Grande Mirafiori”, 2.800 más, y finalmente el “Lake Kivu”, con otros 1.500. 

Según la Autoridad Portuaria, el desalojo de estas más de 10.000 unidades permitirá al menos desahogar la plataforma de Bouzas, que se encuentra en plena escalada para recuperar al menos el segundo puesto en el ranking nacional: en el primer cuatrimestre, Valencia está ya a tiro y Barcelona algo más lejos.

En 2021, Vigo consiguió por vez primera ser el puerto líder de la automoción en España, pero con sus actuales instalaciones resultará casi imposible superar las cifras de actividad en torno a 700.000 toneladas: no hay conexión ferroviaria, lo que reduce las posibilidades de la importación, y las rampas de entrada actuales tienen tamaño justo para los buques que amarran ahora, con 200 metros máximo, pero no para los gigantes oceánicos de mayor eslora. Lo primero, pese a las peticiones del Puerto, los fabricantes de coches y la comunidad portuaria, está cada vez más lejos al descartar el Ministerio de Transportes realizar un estudio para un ramal de la futura Salida Sur. En cuanto a lo segundo se resolverá con la construcción de nuevos muelles de mayor tamaño, un proyecto que se encuentra ya planificado y está en fase ambiental previa por unos 25 millones de euros. Tendrá 18.000 metros de superficie y más de 20 metros de calado, lo que permitirá la llegada de megabuques y  mantener la competitividad del puerto vigués en máximos.

Con respecto a la capacidad, la Autoridad Portuaria prevé construir un nuevo silo, el número 2, de idénticas características y dimensiones al ya existente, actuación incluida en el Plan de Inversiones, con un presupuesto de 25 millones de euros. La previsión es que pueda almacenar otros 4.000 coches más, tanto de exportación, la mayoría, como de importación, que en 2022 alcanzó sus cifras más altas. Hará falta en vista de la rapidez con que la plataforma de Bouzas se colapsa por falta de espacio.

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