Asociaciones de pacientes con cáncer como Adicam valoran como “un avance” que se regulen el derecho al olvido oncológico, una demanda histórica de estos pacientes porque una vez curados se enfrentan a la “discriminación” que les impone la sociedad a la hora de volver a trabajar, de conseguir una hipoteca o contratar un seguro de salud.
Jorge Cameselle es médico en el PAC de Cangas y lleva doce años colaborando con Adicam. En ambos frentes comprobó en primera persona la situación, muchas veces dramáticas, de estos pacientes que mientras están enfermas ven reducidas las prestaciones que cobran sin ánimo para reclamar y que una vez curadas se enfrentan a trabas que no tienen sentido ni justificación médica.
La futura ley se refiere a los supervivientes, es decir, a las personas mayores de 18 años que superaron un cáncer hace más de diez años y a los menores de 18 años que lo dejaron atrás hace cinco años. Pasado ese tiempo, es altamente improbable que regrese la enfermedad y su expectativa de vida es la misma que la del resto de la población. A pesar de esto, sufren una discriminación que consideran “injusta e intolerable”, subrayan.
“Durante los primeros años no te preocupa el préstamo, lo que te preocupa es vivir. Una vez superado el cáncer y cuando ya ha pasado el tiempo suficiente para saber que no te vas a morir de eso, te encuentras una nueva espada de Damocles, no tines acceso a un crédito o a un seguro, están hipotecando tu vida”, apuntan.
Por otro lado, Jorge Cameselle recureda que otros países europeos ya aprobaron leyes sobre el olvido oncológico y que el propio Parlamento europeo ya tenía previsto que se eliminasen estas barreras antes del año 2025, según una resolución aprobada en 2022. España todavía no había trasladado esta norma a su legislación, por lo que ven positivo que se haya anunciado públicamente aunque sea tarde y aunque fuese en el contexto de un mitin electoral. “Acabar con esta discriminación era una necesidad real”, asegura el médico vigués.
