Los okupas se resisten a dejar el entorno de la torre judicial de Vigo

Los propietarios acudieron ayer a cerrar de nuevo todos los accesos.
photo_camera Los propietarios acudieron ayer a cerrar de nuevo todos los accesos.
El edificio abandonado de la Fundación San Rosendo registró un nuevo intento de ocupación, con presencia policial

Aunque la puesta en marcha de la Cidade da Xustiza ha puesto en valor toda la zona de Pizarro, la okupación todavía se resiste en algunas edificaciones abandonadas. Así lo constatan desde la Asociación de Comerciantes del entorno del antiguo Xeral. El pasado fin de semana, uno de los inmuebles, en la calle Filipinas, sufrió un intento de acceso ilegal. Testigos explicaron que llegaron a personarse efectivos policiales hasta el lugar.

 

 

Ayer mismo, personal de la Fundación San Rosendo, a quien pertenece, acudieron para bloquear huecos después de que en 2021 tapiaran ventanas y puertas. En aquella ocasión, los bomberos tuvieron que rescatar a una persona del interior después de que se produjera un incendio. El hombre que, junto con otros okupas, pernoctaban en el edificio, quedó atrapado en una tercera planta y fue evacuado por la ventana.

Los vecinos de la zona ya habían avisado a la fundación otras veces no sólo de la presencia de individuos dentro sino de que se estarían llevando parte del mobiliario que había quedado sin retirar en lo que fue una residencia.

El problema se mantiene, explican desde la mencionada asociación, en otros inmuebles muy cerca del complejo judicial, como una vivienda que desde hace años es utilizada para acoger toxicómanos y el chalet junto a una antigua guardería. En lo que sí se ha beneficiado todo el entorno es en el impulso de los negocios, tanto comercios como hostelería. A diario pasan por los juzgados cientos de personas, a lo que se suma la plaza Miguel Ángel Blanco que ha unido las calles Vázquez Varela y Padre Feijóo incrementando el flujo de viandantes  donde, tras el cierre del antiguo Hospital Xeral, solo había degradación, silencio y amenaza de cierre para la actividad  empresarial.  El problema  sigue estando en los inmuebles abandonados todavía en pie y sin uso.

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