Siete okupas han muerto en Vigo por incendios en los últimos diez años
Tragedia en As Travesas
En poco más de un año se registraron más de una decena de incendios graves, con heridos y desalojo de edificios
El fuego es una de las principales amenazas de los edificios y naves okupadas. Las intervenciones de bomberos y Policía Local en inmuebles abandonados en los que se resguardan personas sin hogar o con adicción a las drogas son incontables y, aunque la mayoría se salda sin daños personales, no siempre ha ocurrido así.
En menos de diez años, el número de personas fallecidas a consecuencia de un incendio en este tipo de viviendas en Vigo asciende ya a siete, el más grave el ocurrido esta misma semana en el número 6 de Alfonso X, en el que una mujer de tan solo 29 años y tres de sus hijos, de 14, 12 y 11 morían abrasados. Pero además, en poco más de un año se han contabilizado más de una decena de incidentes por fuego graves, con heridos y desalojo de edificios.
Una de las zonas más castigadas fue en su momento López de Neira. En marzo de 2015, dos hombres eran rescatados de entre las llamas del número 38, entonces okupado, en una intervención en la que un bombero resultaba herido. Por desgracia, las graves quemaduras de uno de ellos, una persona indigente y al que se tardó en identificar, acabaron en fallecimiento. Solo dos años después, en septiembre de 2017, el fuego volvía a esta calle, arrasando otros dos edificios, el 40 y 42, con problemas de okupación. Las voraces llamas obligaron a desalojar a vecinos del entorno y puso fin a un goteo de incidentes similares provocados por el incesante trasiego de personas, que encendían hogueras o tiraban colillas. La situación por aquel entonces recordaba los acontecimientos de marzo de 2012, cuando las instalaciones del antiguo Cine Vigo, también okupado, fueron devoradas por las llamas. Más de una treintena de vecinos tuvieron que ser desalojados.
El Barrio do Cura, ahora en proceso de transformación, fue otro de los puntos conflictivos. En enero del año pasado, la Policía hallaba junto a una vivienda que había sido okupa y que sufrió varios incendios a un indigente fallecido y antes del covid, se encontraba en uno de los inmuebles donde vivían personas sin techo y que ya no está en pie, el cuerpo de otra víctima, de nombre Constante, que yacía sobre un colchón incendiado.
A escasos metros, en la calle Poboadores, en julio de 2022, la Policía detenía un hombre por plantar fuego a la casa con su compañero okupa dentro. Este último pudo salir de allí pero sufrió heridas cortantes con los cristales.
El entorno de A Seara, concretamente en Tomás Alonso vivió en menos de un mes dos incendios en una vivienda de la finca de la antigua panadería Lavandeira, cuyo dueño está a la espera de orden de derribo. Los bomberos tuvieron que tirar un muro para poder sofocar las llamas, que obligaron a desalojar edificios colindantes y que generó grandes llamas. Capítulo aparte merece el entorno de Jacinto Benavente, con hasta cuatro fuegos en naves abandonadas y visitadas por indigentes en un año, que amenazaron a vecinos de la calle La Paz y Marqués de Valterra. Tres personas se salvaron de morir asfixiadas en el incendio de otro inmueble abandonado en Ramón Nieto, que quedó totalmente destruido. Los efectivos lograron rescatarlos en abril del año pasado sin que sufrieron heridas. Este mismo verano, la alerta surgía en un edificio okupado de Sanjurjo Badía. El fuego fue provocado.
Rescatado por la ventana tras arder un edificio
La llegada de la Cidade da Xustiza impulsó el entorno del antiguo Xeral, que había quedado casi fantasma tras el cierre del hospital. Allí, también se produjeron varios incendios en edificios vacíos, el más importante en el inmueble de la antigua residencia San Rosendo, en Santa Rita (hoy tapiado). Fue en agosto de 2021 cuando los bomberos rescataban a un hombre que había quedado atrapado por un fuego originado en la planta baja. La Policía se lo encontró asomado a una de las ventanas. Sufrió intoxicación leve pero pudo salvarse de las llamas. En esta zona todavía quedan algunas viviendas okupadas con problemas de trapicheo de drogas. Una justo al lado del complejo judicial y donde esta misma semana se produjo un incidente que obligó a intervenir a la Policía.
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