'Okupación' en Canido por parte de un antiguo socio

La embarcación que ocupó de forma ilegal una de las boyas en Canido.
photo_camera La embarcación que ocupó de forma ilegal una de las boyas en Canido.
El antiguo socio adquirió un barco y lo ató a una boya, acto que no puede realizar 

El puerto de Canido registra la primera ‘okupación’ marina. Una embarcación echó el amarre a una boya sin la aprobación de la Asociación de Marineros Artesanales, que cuenta con la competencia y la ordenación de la dársena interior. Según el presidente, Miguel Ángel Rodríguez, el amarre viene dado por parte de un antiguo socio que adquirió un barco y no tenía donde ubicarlo: “Decía que llevaba toda la vida ahí y quería que lo invitasen, pero la fiesta alguien tiene que pagarla”.

La retirada de esa embarcación no es fácil para la Autoridad Portuaria ni para la Asociación de Marineros, que tienen que cumplir una serie de puntos para que sea factible su retirada. Todo comenzó tras la regularización del puerto, que no permitía fondear fuera de los límites prefijados luego de unos años anteriores de caos y alegalidad. Tras un aviso y hacer el dueño de la embarcación caso omiso a ello, “lo tuvimos que expulsar”. Sin embargo, el susodicho instaló el barco y lo ató a una boya, acto que no puede realizar porque “no tiene nada. Dijo que era suyo el lugar, pero no tiene ningún contrato firmado ni ha pagado nada”. 

Rodríguez asume que la complicación más importante que tiene a corto-medio plazo son las ocupaciones ilegales, después de reorganizar el ‘caos’ y legalizar la dársena interior, antes encontrada en un proceso “alegal”. “Es como si entro en el puerto de Bouzas y pretendo colocar allí mi embarcación sin consultar ni pagar nada. Las cosas no van así”, señaló el presidente. 

El puerto ha realizado una ampliación de hasta 160 embarcaciones y 57.000 metros cuadrados de superficie. La obligación de que el amarre  esté disponible para los meses estivales da la curiosidad de que muchos de los marineros todavía no cuenten con su barco amarado cuando mantienen en tiempo y norma las cuotas pagadas con la asociación, pero un ‘okupa’ haya colocado un barco de su propiedad sin consultarlo con nadie.

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