ALBERTO FERNÁNDEZ VILLAR,

“Nunca vimos una mortalidad tan alta de pacientes en una infección vírica”

El jefe de Neumología del Cunqueiro, Alberto Fernández.
photo_camera El jefe de Neumología del Cunqueiro, Alberto Fernández.
La pandemia del covid, un virus que es respiratorio, colocó al jefe de Neumología del Cunqueiro en primera línea de batalla, junto con otros servicios que son clave para hacer frente a esta enfermedad. Desde hace diez meses el 90% de su vida gira entorno al virus y en lo profesional destaca el trabajo en equipo y el enorme compromiso de los profesionales sanitarios.
 

¿Cómo están viviendo la tercera ola de la pandemia?
Sabíamos que después de la Navidad habría un aumento, pero no esperábamos que fuese tan explosivo. La segunda ola fue más lenta. Esta vez hubo una interacción superior que en otros puentes, fueron varias semanas, y coindice el frío y un mayor uso de espacios cerrados. El número de casos es muy grande, pero en hospitalización estamos relativamente bien. Parece que estos días se están conteniendo los contagios y eso se nota a los 7 días en el hospital y a los 14 en la UCI. Estamos esperanzados, preparados y motivados, aunque parece un ‘deja vu’. Esperamos que se pueda vacunar a la población más susceptible y a los trabajadores esenciales lo antes posible.

¿Cambió el perfil de los pacientes? ¿Son más jóvenes?
No se hizo un análisis porque no tenemos tiempo para eso ahora, pero parece que sí. En Galicia hubo dos fallecidos menores de 60 años sin patologías previas. También es porque hay mucha transmisión en esa franja de edad y hace que haya un porcentaje de muertes, que no llega ni al 1%. También parece que las cargas virales son más altas y  puede influir en la mortalidad.

¿Qué resultado dio la colaboración de Medicina Interna y Neumología en la planta covid?
Es una de las claves. Hemos aprendido en ocho meses lo que se aprende en diez años de ejercicio profesional. En las plantas covid hay fundamentalmente internistas y neumólogos, pero también otros especialistas de forma rotatoria, cardiólogos, endocrinos, cirujanos, geriatras. Eso te da un plus. Aunque tú les enseñas para ayudar en el manejo de estos pacientes covid, porque muchos son mayores y tienen otras comorbilidades, aprendes de ellos. Cada uno aporta lo que puede. Es un equipo multidisciplinar y esto no había ocurrido nunca. Otra de las claves es el personal de enfermería y las auxiliares que están en la primera línea. Son los que tienen más contacto con los pacientes y aportan todo el cariño. Por mucho que hagan videoconferencias con su familia, no dejan de tener un grado de soledad y estrés emocional. Eso por una parte te genera orgullo por tu profesión y por otra vives con pena los dramas que se viven de gente que fallece y no tenía que fallecer porque no deja de ser una infección y no una neoplasia avanzada. 

¿La mortalidad es alta?
Tiene una mortalidad que no habíamos visto nunca en una infección vírica. Yo llevo 25 años y nunca lo había visto. Hemos vivido años muy duros de gripe con 90 ingresados en Neumología y más de 200 en Medicina Interna en pleno pico de la gripe, pero no con estas mortalidades tan grandes en pacientes hospitalizados, del 15% más o menos.

¿Todos los pacientes tienen patologías previas?
La mayoría sí, pero luego hay casos graves que no. Para llegar a esta tormenta perfecta hubo tres semanas de interacción social, la ola no había bajado del todo en la segunda, posiblemente hubo pequeños cambios en la capacidad de  transmisión del virus y posiblemente hubo una relajación entre  personas que creen que esto solo le ocurre a los crónicos o a los mayores. Sin embargo, hemos tenido pacientes jóvenes y aunque la probabilidad de fallecer es menor también pasa. Por eso hay que tomarse en serio las medidas, que son durísimas para algunos sectores pero no hay otra forma de bajar la curva. Si cumplimos todos los negocios podrán abrir de forma segura mucho antes. Es la otra pandemia, la económica. Y  la pandemia de no atender otros patologías, crónicos o neoplasias, en Galicia no ocurrió, otras comunidades han tenido que paralizarse.

¿Cree que la cepa inglesa puede provocar otra explosión?
Se están haciendo catas y aunque circula es minoritaria. Tenemos la sensación de que las cargas virales de los que ingresan son más altas y  si en la segunda ola ingresaban menos personas, 8 o 10 el día que más, ahora hay días de 25 ingresos aquí y en A Coruña de 50.

¿Entonces no esperan un pico mayor por esta variante?
Por ahora es minoritaria, hay casos aislados. Con las medidas restrictivas que hay no puede haber circulación, es difícil que sea explosivo. Hubiera sido peor si hubiera llegado antes de Navidad, pero ahora estamos viviendo una situación de pseudoconfinamiento y unas limitaciones de movilidad sin precedentes. Por otro lado, parece que se reactiva la vacunación y si las multinacionales son capaces de surtirnos lo evitaremos. Estamos tranquilos pero alerta por lo que pueda ocurrir.

¿Qué opina del traslado de pacientes de Portugal a Vigo?
Hay unos acuerdos transfronterizos para trasladar a los pacientes más críticos. Obviamente no va a ser en detrimento  de los pacientes de aquí, no se va a quedar nadie sin un respirador. También aquí hay centros privados y en su día tuvieron convenios con Portugal para su lista quirúrgica. La peor situación sanitaria está en la frontera con Castilla y León. Lo que han hecho es activar un protocolo en caso de que desborde la sanidad portuguesa, que tiene más límites estructurales, de profesionales y camas UCI que Galicia. Hay que ser solidarios. Si nos viene un paciente de Ourense o de A Coruña no hay profesional de este hospital que diga que no. Nadie quiere trasladar pacientes, si lo haces es porque no les puedes prestar la mejor atención. Lo haremos encantados siempre que podamos, da igual de donde sean, el sistema sanitario es público y universal.

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