La anomalía térmica que está afectando a toda la Península se refleja en Vigo con temperaturas inusualmente altas pese a haber pasado la fecha de San Miguel (29 de septiembre). Este inicio de otoño está llevado a cientos de personas a los arenales de la ciudad, que ayer volvieron a llenarse y a ser escenario de todo tipo de actividades al aire libre.
El calor fue la tónica general, si bien remitió durante el domingo en comparación a los días anteriores gracias a las brisas marinas y a las nieblas matinales, que dieron paso a una jornada donde el sol y nubes altas. Aun así, los termómetros llegaron a los 26,8, una temperatura alta aunque bastante inferior a la máxima registrada el sábado, de 32, 7 grados, según datos de Meteogalicia, mientras que las mínimas apenas variaron y se situaron en los 18 grados.
Con esta situación, los arenales vigueses ofrecieron imágenes insólitas para un mes de octubre, con bañistas paseando por la orilla y con un horizonte de fondo donde la niebla a penas dejaba a la vista la silueta de las islas Cíes. Se trata, por lo demás, de un fenómeno muy conocido en la ría de Vigo, donde tras una ola de calor es habitual que estas nubes bajas entren formando una extensa lengua de niebla que ayer no frenó las ganas de playa.
Samil se llenó de visitantes ya desde primeras horas de la mañana. Otros lugares más pequeños, como A Punta, en Teis, registró un lleno absoluto, con su arena cubierta de toallas.
Además de los paseos y el baño, se pudo ver a visitantes realizando otro tipo de actividades, como unas jóvenes que aprovecharon para practicar una coreografía ante la mirada curiosa de los bañistas.
La situación hoy, lunes, podría cambiar, ya que Meteogalicia prevé la llegada de precipitaciones débiles por la noche, al quedar Galicia en una situación intermedia entre altas y bajas presiones, con régimen de vientos del sur, que son los que habitualmente traen agua hasta estas costas. No obstante, se espera que el buen tiempo regrese de nuevo mañana, martes.
