Nueva ofensiva contra el fraude fiscal en el sector de la madera en la provincia
La Agencia Tributaria inspecciona tres sociedades de la provincia ante indicios de incrementos patrimoniales no justificados
El sector de la madera vuelve a estar en el centro de atención de la Agencia Tributaria. Tras la última causa judicial fallida en Vigo contra cinco empresarios absueltos de fraude fiscal y la macrocausa conocida como “Las 5 Jotas”, una empresa sobre la que giró la estafa y que estaba vinculada a la carpintería y fabricación de casas de madera, Hacienda vuelve a la carga.
Su última operación “Llamera”, que se ha desplegado por 15 Comunidades Autónomas llevando a cabo actuaciones inspectoras en 84 sociedades y 37 personas físicas también ha salpicado a Vigo y su área. De las doce empresas en Galicia, en las que se han desplegado funcionarios del área de inspección, Auditoría Informática y el Servicio de Vigilancia Aduanera, tres estarían asentadas en la provincia, según confirmaron fuentes de Hacienda. En concreto, se trataría de sociedades dedicadas a la comercialización de la madera, incluidos productos derivados, como puertas, vigas, tableros, etc.., en las cuales “se han analizado una serie de indicios de la existencia de economía sumergida y de fraude fiscal”. Los agentes intervinieron diversa documentación para comprobar si realmente hubo o no defraudación, algo que llevará su análisis, informaron las mismas fuentes.
No obstante la Agencia Tributaria tiene sospechas. Ha identificado algunas sociedades cuyos socios presentan riesgos de incrementos patrimoniales no justificados, afirma. Incrementos que interpreta, podrían deberse a ventas ocultas de la entidad que se estuvieran materializando en aumentos patrimoniales de sus socios y ese riesgo afectaría a más de la mitad de las empresas que se han comenzado a inspeccionar.
En la selección de sociedades, también se ha tenido en cuenta que muchas de las personas físicas vinculadas ostentan signos externos de riqueza que podrían constituir indicios de ocultación de ingresos, como el alquiler de cajas de seguridad o en algún caso la utilización de tarjetas bancarias personales con fuertes gastos. Además, se ha prestado especial atención al uso intensivo del efectivo como modalidad de cobro.
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