Con apenas unos centímetros, pero suficiente: la nieve llegó hasta el entorno de Vigo, y lo hizo en el lugar más habitual, el Alto de Fontefría, en A Cañiza, donde sus 700 metros sobre el nivel del mar valieron para que durante la noche del martes y la madrugada de ayer cayeran algunos copos en el punto más alto. También en la villa durante la mañana, aunque apenas cuajó.
En Vigo, sin apenas lluvias, uno de los días más fríos de los últimos diez meses, con una mínima de 2,5 grados registrada en Peinador y el campus. En el centro urbano, algo más de cuatro grados. La más baja de Galicia se dio en el extremo de Ourense, con -6,6 grados y -6,2 en la estación de Cabeza de Manzaneda.
Coincide esta pequeña ola de frío con los momentos donde históricamente se han registrado las temperaturas más bajas en Vigo, donde la nieve solo ha alcanzado el centro urbano en dos ocasiones en los 60 últimos años. La más importante, en febrero de 1963, así que pronto se cumplirán seis décadas, cuando se alcanzaron los cinco bajo cero en el aeropuerto de Peinador, donde se encontraba la única estación meteorológica con datos fiables. Es la marca más baja registrada en Vigo. No volvería la nieve hasta 24 años más tarde, en enero de 1987, y en esta ocasión también llegó hasta la playa de Samil. Este diario estaba a punto de salir a la calle entonces.
Salvo algunos copos en el campus universitario y en puntos como el monte Galiñeiro, el techo de Vigo con 700 metros de altura, no se han anotado más precipitaciones heladas relevantes. No es casualidad, sino constatación de un hecho: el efecto de la subida de las temperaturas se plasma en la estadística realizada por Javier Sevillano, con datos precisos. En lo que va de siglo, solo ha habido dos mínimas que merecen figurar entre las 30 más bajas. En concreto, el 1 de marzo de 2005, con dos bajo cero, y la más reciente, el 19 de enero de 2017, cuando se alcanzaron tres bajo cero, de nuevo en el punto de control del aeropuerto.
