AITOR CURIEL, MÉDICO FORENSE Y CRIMINOLÓGO

“La muerte súbita de Déborah es una opción terriblemente remota e inverosímil”

Curiel asegura que sólo había que dar sentido a los indicios.
photo_camera Curiel asegura que sólo había que dar sentido a los indicios.

Aitor Curiel, ´médico forense y criminólogo, autor del informe sobre la muerte de la joven viguesa dice que "el cuerpo tenía signos de asfixia en dedos, lengua y extremidades, y las lesiones apuntan a una tercera persona" 

 

 

Médico forense y criminólogo, Aitor Curiel es uno de los expertos más prestigiosos del país. Primer decano de Criminología, investigador y docente es profesor externo en la academia del FBI en Quantico y ha participado desde la búsqueda de la muerte del general Prim hasta el caso de los niños robados. 

Él ha sido el encargado de elaborar el exhaustivo informe sobre la causa de la joven viguesa Déborah Fernández, que ya ha sido presentado ante el juzgado y en el que descarta la muerte súbita, posibilidad que en este caso considera “absurda”.

¿Qué razones le llevan a descartar la muerte súbita de Déborah Fernández?
Analizadas todas las circunstancias, a falta de atencedentes cardiológicos, ni personales ni familiares, la edad de la paciente, la situación en la que ocurre el fallecimiento, es completa y absolutamente descartable. Con la muerte súbita estamos yendo a la excepción, de la excepción de la excepción de la excepción. Decir que una mujer de esa edad ha sufrido una muerte súbita sin ningún dato anatopatológico con ningún antecedente es una posibilidad estadística realmente limitada. Si a eso le sumas que hay otra posiblidad y además innumerables indicios que la sostienen, la fomentan y la justifican llega un momento en el que tienes que tomar una decisión clínica. En cualquier diagnóstico como en cualquier disyuntiva en medicina nunca puedes descartar otras opciones al cien por cien pero para eso está la estadística y la genética forense, con su 99,9999 por ciento. Hay muchas argumentaciones que justifican una anoxia, una sofocación. Hallazgos que se han pasado por encima, dándole menos importancia de la que tenían, todos ellos en su conjunto te llevan a esa certeza, no sólo moral, sino estadística y jurídica. 

¿Cuáles serían esos indicios?
Está todo en las diligencias, el tema está abierto. Mi informe está entregado y aportado al juzgado. Lo que le puedo decir es que estaban todas la cartas ahí y sólo faltaba que alguien las ordenara y les diera un sentido. Existen  lesiones vitales que apuntan a una asfixia. Hay que ser valiente, si no en medicina nunca podríamos hacer un diagnóstico de ningún tipo. La opción de la muerte súbita a la vista de los indicios es una posibilidad absurda, es terriblemente remota e inverosímil,  porque hay claros signos de asfixia, desde los dedos a la lengua o las extremidades, más que suficientes para justificar una anexia anóxica.

Una de las principales hipótesis que barabaja la Policía en su atestado de 2010 era la muerte por asfixia con un objeto blando. ¿Comparte dicho mecanismo?
Es totalmente compatible con la hipótesis de la Policía. Lo único que hago es darle forma e interpretar otra serie de hallazgos a los que no se les dio importancia porque no causaron la muerte, y que  nadie se había preocupado de darles un sentido.

¿La autopsia no refería que las lesiones en el cuerpo eran post mortem?
No todas. Hay pequeñas lesiones que están identificadas y etiquetadas como vitales en el informe de la autopsia. Esas lesiones, aunque de poca importancia por no ser causa de muerte,  podrían justificar la sujeción de una persona que podría estar desde dormida o despistada o una desproporción de fuerzas.  De ellas se dice que ya se interpretarían en el futuro cuando hubiera una hipótesis.

¿Sería posible una muerte accidental o se trata de un mecanismo en el que ha participado otra persona?
Hay  lesiones y características que hacen sospechar con suficiente rigor y seguridad que hay una tercera persona. Una muerte por asfixia sexual, por ejemplo,  que se le vaya de las manos a  alguien es inverosímil  porque que llegue a ocultar el cadáver a poner indicios falsos, a mantenerlo y luego exponerlo es una autoacusación de una responsabilidad clara.  Intentar ocultarlo descarta la asfixia accidental. Esa frialdad demuestra incluso un análisis, metiendome en el campo de la psicología forense, de psicópata. Ese tercero ha tenido que influir necesariamente en la muerte y  está ocultando su responsabilidad . Estamos ante una muerte violenta, sin ninguna duda, y casi con total seguridad, homicida.

La familia ha pedido la exhumación. ¿Hay posibilidades a estas alturas de hallar algún rastro?
La realidad me ha demostrado que las exhumaciones son imprevisibles. He tenido casos muy antiguos con resultados y otros más recientes con ninguno. Es difícil, pero no imposible. Dependerá de la conservación del cuerpo. Si sólo hay huesos se reconstruirá el esqueleto y se analizarán todos los huesos por si hay pequeñas fracturas que se pasaron por alto. Respecto al ADN habrá que ver si todavía hay tejidos.

¿Cuánto puede durar el análisis del cuerpo? 
Si son solo huesos es más sencillo.  La exhumación puede durar desde las 4 a las 12 horas y el análisis de muestras desde semanas a meses.

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