El misterioso hórreo hallado en Cíes

El topógrafo Javier Garrido procedió a realizar el escaneado láser y fotogrametría de las dos construcciones estudiadas en las islas Cíes. En la imagen, durante los trabajos en Os Ferreiros. A la derecha se pueden apreciar los restos del hórreo, cuya tipología es única en Galicia y que es ejemplo de la adaptación al medio.
photo_camera El topógrafo Javier Garrido procedió a realizar el escaneado láser y fotogrametría de las dos construcciones estudiadas en las islas Cíes. En la imagen, durante los trabajos en Os Ferreiros. A la derecha se pueden apreciar los restos del hórreo, cuya tipología es única en Galicia y que es ejemplo de la adaptación al medio.
Los estudios sobre dos de las construcciones descubiertas en las islas ya están disponibles para los visitantes

Las islas Cíes están deparando numerosas sorpresas a los investigadores. En el último año se llevaron a cabo los estudios de dos construcciones halladas en las zonas de Os Ferreiros y O Alto do Príncipe, ambos en la isla Norte, que parecen demostrar que el hombre desarrolló en este archipiélago una tipología única de vivienda, con diferencias notables sobre sus contemporáneas del continente. El caso más paradigmático es un hórreo o ‘celeiro’ (granero) que no tiene equivalencia en ninguna otra parte de Galicia.

Los trabajos fueron presentados en las últimas semanas y sus resultados ya forman parte de los paneles explicativos colocados en ambos lugares para que la información esté disponible a los visitantes.

El arqueólogo Santiago Vázquez Collazo, con amplia trayectoria en Galicia en yacimientos como el islote de Areoso, dirigió un equipo integrado por seis personas, entre ellas el topógrafo Javier Garrido, la experta en arquitectura Sonia García, y la restauradora Marta Becerro. Entre los meses de junio, octubre y noviembre de 2021 procedieron a la limpieza de la zona, para hacer visibles estos restos, y a su catalogación.

 

ÚLTIMA TECNOLOGÍA

Para ello, se echó mano de la última tecnología disponible, con un escaneado láser de las arquitecturas y una fotogrametría. “Utilizamos las imágenes fotográficas y el escaneo para obtener el máximo detalle, con el fin de conseguir unas planimetrías con las que poder trabajar, y con las que incluso es posible hacer una reproducción en 3D y verlas en el enlace QR que figura en los paneles que están a disposición de los visitantes”, explica Santiago Vázquez.

En paralelo, se hizo un trabajo de investigación documental -incluidos archivos de la Filmoteca de Galicia (CGAI)- para intentar averiguar todo lo posible sobre estos hallazgos, aunque con resultados algo decepcionantes de momento, ya que hay pocos datos de aquel periodo. Porque, paradójicamente, sabemos mucho más de las islas Cíes de su época romana o de la Edad de Bronce que de etapas posteriores.

Estas estructuras son viviendas que datan de entre los siglos XVIII y XIX, quizás de principios del XX. La hipótesis -y en esto insiste mucho Santiago Vázquez, quien recuerda que estamos ante “un primer trabajo de aproximación de estos dos enclaves”- es que perteneciesen a vecinos de la zona de O Morrazo que llegaron atraídos por la industria de la salazón instalada en las islas. Las zonas habitacionales, las cuadras y alpendres hablan de una dedicación a la agricultura de subsistencia.

En el yacimiento de Os Ferreiros destaca su hórreo: una cámara de granito de 2 metros de altura y con una base bajo tierra a modo de bodega. Es único, ya que en otros enclaves que hay en Cíes sí se descubrieron las típicas piedras del ‘tornarratos’ del granero tradicional. En el de Alto do Príncipe, su principal peculiaridad es el aprovechamiento de las formaciones rocosas de su entorno. En ambos casos, se desconoce de qué estarían hechas sus cubiertas.

Vázquez Collazo considera interesante realizar nuevos estudios aplicando métodos arqueológicos que pudiesen servir para analizar materiales como el polen, para así conocer el tipo de alimentación y las costumbres de aquellos habitantes de Cíes del s. XVIII, que se estima no superarían las 45 personas de forma permanente o estacional.

Las dificultades de vivir en un archipiélago y de estudiarlo

Los delicados trabajos en la subida al Alto do Príncipe.
Los delicados trabajos en la subida al Alto do Príncipe.

Realizar un estudio arqueológico en Cíes es estar condicionado por el aislamiento y las inclemencias del tiempo. “La dirección del Parque Nacional Illas Atlánticas nos dio todas las facilidades y colaboró en los trabajos. Quiere darle visibilidad a estas construcciones, y no en el sentido de que los visitantes las puedan ver, sino también en intentar averiguar algo sobre ellas”, recuerda el director de estas prospecciones.

Unas condiciones aún más hostiles debieron padecer aquellos habitantes isleños de los siglos XVIII y XIX, cuando las comunicaciones con el continente eran mucho peores y la vida más dura. “Creemos que son de esa época, porque fue cuando desapareció la inestabilidad bélica de los años precedentes”, añade.

“La arqueología de la insularidad, que se aplica en costa y en las islas en particular, tiene su estímulo. La gente vivía con unas condiciones muy particulares, muy diferentes a las que había en el continente, y eso también es muy interesante”, concluye Vázquez Collazo.

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