El ministro de Sanidad, José Miñones, destacó ayer la importancia de la vacunación a la hora de proteger la salud de los ciudadanos, poniendo el foco en que debería ser "homogénea" entre los distintos países ante los "nuevos retos" de la sociedad actual, relacionados con la movilidad de las personas.
Así lo señaló Miñones antes de visitar las instalaciones en Porriño, de Biofabri, del Grupo biofarmacéutico Zendal, designado por la UE como centro de producción vacunal para futuras crisis sanitarias. "Las vacunas salvan vidas", reivindicó el ministro, quien puso de ejemplo la situación vivida durante la pandemia y el cambio que supuso la llegada de la inoculación para que la sociedad volviese a relacionarse como antes. Miñones se refirió a la primera reunión de alto nivel celebrada por el ministerio el martes como parte de la agenda sanitaria de la Presidencia del Consejo de la UE, que se llevó a cabo en Madrid y estuvo centrada en la vacunación y en la prevención.
Tras agradecer el trabajo de los profesionales sanitarios y de las comunidades autónomas durante la pandemia para el despliegue de las vacunas del covid, Miñones dijo que en el encuentro se habló de la importancia de inocular a los niños y a los adultos y de una vacunación "homogénea" ante los nuevos retos de movilidad, que ya se han podido ver durante la pandemia, extendida por todo el mundo.
José Miñones aprovechó la ocasión para destacar el trabajo puntero del Grupo Zendal en el desarrollo de vacunas agradeciéndole su implicación durante la pandemia.
