Los facultativos del PAC de Vigo, situado en la calle Pizarro, enviaron un escrito a la dirección del área sanitaria y a la Alcaldía para explicar la situación que vivieron este verano porque “se infradotó el servicio de manera sistemática” en unos meses además que fueron de “altísima demanda”. No quieren que se repita el próximo verano y urgen a la dirección que planifique soluciones con tiempo.
Aseguran que durante 90 horas del mes de julio, 95 horas en agosto y 36 horas en los cinco primeros días de septiembre, el PAC trabajó con menos personal médico del que tiene asignado habitualmente y que de hecho llegaron a faltar hasta dos facultativos por turno.
Desde las urgencias extrahospitalarias señalan que la asistencia en verano aumenta por el incremento de la población que se registra esos meses y también por las deficiencias asistenciales que se generan en los centros de salud, donde hay menos disponibilidad de citas. Este verano, los centros de salud llegaron a presentar demoras en las citas de entre una y tres semanas, según los casos.
“La percepción es que la ocupación en nuestras salas de espera y el requerimiento de asistencias fuera del centro es mayor y más complejo. Así pues, nos vemos obligados a sacar más trabajo adelante con menos personal y con un aumento retributivo por este motivo que no nos compensa en absoluto: el dinero no mejora las condiciones de asistencia, ni nos proporciona el descanso ni la lucidez que necesitamos para trabajar con seguridad y solvencia”, explican los facultativos.
Por otro lado, rechazan el argumento de que “la asistencia está garantizada”, a pesar de esas 220 horas de descubierto en menos de tres meses, y aseguran que si está garantizada es “gracias al esfuerzo de unos profesionales a los que se ha utilizado de dique y parapeto y que han hecho lo imposible por mantener el servicio funcionando”. Los trabajadores señalan que son ellos los que dan la cara ante los ciudadanos ante una gestión que consideran inadecuada y que les afecta a todos los niveles. Recuerdan que esta situación se repite todos los veranos sin que se revisen los protocolos y se planifiquen cambios organizativos con tiempo.
“Ahora que el verano va terminando y aunque la situación no parece estar, ni mucho menos, controlada, creemos que es el momento de analizar y sentar las bases para que hechos como los vividos no vuelvan a suceder. El PAC de Vigo no puede prestar una asistencia adecuada con personal insuficiente y extenuado”, subrayan.
Hubo días con 80 personas en la sala de espera y señalan que no hubo incidentes con los usuarios ni falleció nadie “por suerte”, pero que en cualquier momento puede darse una situación no deseada.
