"El mayor guardián del paciente en quirófano es el anestesista"

Fandiño es jefe del Servicio de Anestesiología del Hospital Fremap de Vigo.
photo_camera Fandiño es jefe del Servicio de Anestesiología del Hospital Fremap de Vigo.
Los profesionales piden a los pacientes que pregunten quién será el anestesista antes de una intervención o una prueba y advierten que son los únicos formados para la tarea

“La gente suele preguntar quién es el cirujano que le va a operar, pero no suelen interesarse por la figura del anestesiólogo a pesar de que va a ser su mayor guardián en el quirófano. Es el profesional que vela porque no tenga problemas cardiacos o respiratorios y se ocupa que no le ocurra nada malo durante la intervención. La seguridad del acto quirúrgico es nuestra responsabilidad”. Esto afirma el anestesiólogo vigués Jaime Fandiño, que es el jefe de este servicio en el Hospital Fremap.

En su opinión, es necesario dar una mayor visibilidad a estos profesionales, tal como defiende la Sociedad Española de de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR) con motivo del Día Mundial de esta especialidad que se celebra mañana. Con todo, reconoce que el papel de primera línea que tuvieron los anestesistas durante la pandemia hizo que fuesen más conocidos por la sociedad, porque trabajaron codo con codo con la UCI, además de participar en intervenciones y tratar el dolor dentro y fuera de quirófano durante la pandemia.

 En concreto, la Sociedad Española propone a los pacientes que pregunten quién será su médico anestesista antes de someterse  una intervención o una prueba diagnósticas que requiera anestesia o sedación. Desde el colectivo añaden una advertencia: la sedación debe ser realizada por estos profesionales, que son los que tienen la preparación adecuada, y no por el médico que realiza la cirugía o la prueba diagnóstica. Según explican , se han detectado casos en España de cardiólogos, digestólogos o neumólogos que realizan cursos de sedación y que llevan a cabo esta tarea. “Un especialista como un cardiólogo o un neumólogo debe estar pendiente de su actividad, mientras que el anestesista tiene que ser un profesional distinto al que realiza el procedimiento diagnóstico o invasivo y dedicarse exclusivamente a la sedación y al control de sus constantes vitales y de su seguridad”.

Los profesionales recuerdan que la mortalidad atribuida a la anestesia en el año 1960 era de un fallecimiento por cada 1.000 anestesias realizadas. Sin embargo, en la década de 2020, la mortalidad de causa anestésica se ha reducido a menos de un fallecimiento por cada 100.000 o 150.000 anestesias. Actualmente, la práctica de la anestesia y las sedaciones profundas “tienen una altísimo margen de seguridad y esto no es casualidad”. Según explicaron, el gran cambio viene determinado porque en las primeras décadas la anestesia la practicaba personal sanitario, sin formación específica. Sin embargo, la creación de la especialización médica de Anestesiología hizo que hubiera una primera gran caída de mortalidad en las décadas de 1960-70. A partir de ese momento, la especialidad continuó desarrollándose, incrementando sus competencias y el nivel de formación de los médicos anestesistas mediante el sistema MIR (1978). Pronto la formación en anestesia pasó de dos a tres años, y a cuatro años como es actualmente en España. Los profesionales dicen que en el mundo desarrollado no existe un plan de especialización como médico anestesista que no dure un mínimo de 3 años y que  lo más recomendado actualmente en Europa es incrementarla a 5 años.

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