Ni las condiciones climatológicas impidieron que las islas Cíes dejen de ser un lugar de peregrinaje para gallegos, nacionales y extranjeros. Todo ello todavía en temporada baja. Ayer se rozó el lleno para acudir al Parque Nacional, la mayoría llegados de Portugal y de Madrid, que aprovecharon el largo puente del 1 de mayo (hoy también es festivo en la comunidad madrileña) para visitar Vigo y Galicia. El límite se encuentra en 450 personas al día para el Parque Nacional, algo que ya se pudo alcanzar en el primer servicio de la mañana, dejando para su embarque una imagen llamativa de una infinita fila de paraguas para coger el barco que los llevase a las Cíes. La lluvia, que caía de forma intermitente (se alcanzaron los 15 litros por metro cuadrado), no era una molestia para los viajeros, muchos de ellos en grupos grandes de amigos y familiares y bien equipados para una jornada de naturaleza y senderismo. Durante el fin de semana también se espera un lleno casi total.
Algunos, más despistados, rezaban por la llegada del buen tiempo o, como mínimo, que cesase la lluvia. “Parecía que no daba tan mal, que solo iba a llover un rato por la mañana, pero parece que nos ha engañado un poco el tiempo”, apuntó Marcos, de Madrid, que ya resignado a una visita familiar pasada por agua indicó que “no pasada nada, tampoco me he traído el bañador”. Una visita que realiza en compañía de los suyos para “que los niños vean la naturaleza, aves y el entorno virgen, porque es nuestra primera vez y es algo que queríamos conocer”, aunque a los niños, Marcos y Jorge, les hubiese hecho más ilusión algo de diversión en la playa.
La cercanía con Portugal y con grandes ciudades como Oporto hace que grupos de amigos visiten en días como ayer las islas Cíes, aunque lo esperado distó mucho del deseo original. “Esperábamos sol y playa, así que volveremos otro día, más adelante”, señaló una joven lusa, que no perdió el ánimo visto el aguacero caído antes de embarcar porque “para nosotros es la primera vez, y por eso será inolvidable, así que eso nunca va a ser malo”.
Pero las Cíes no solo está reservado para madrileños y portugueses. Beatriz, de Monforte de Lemos, visitó ayer el Parque Nacional en compañía de su familia, para una jornada de naturaleza y “alejarse del ruído” pero hubiese preferido “un mejor tiempo porque así nos da un poco de pena”. Un primer día que tanto Beatriz como su familia no olvidarán.
Durante la tarde, el sol fue el protagonista y destapó las maravillas del parque. Incluso para el más optimista (o valiente) que guardó el bañador en un rincón de su mochila pudo utilizarlo en las aguas cristalinas que bañan la playa de Rodas. El próximo 15 de mayo se abre la temporada alta para el Parque Nacional, aumentando sus plazas diarias de 450 a 1.800, sin contar los campistas que allí hacen noche.
