Más radares fijos y móviles en las vías de la provincia en el puente festivo

La operación especial de tráfico con motivo del puente de agosto que dio comienzo ayer dejará, según apuntó ayer la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, más de una tercera parte (35%) de los desplazamientos a nivel gallego en las carreteras de Vigo y provincia, cerca de 400.000 en total. Será una prueba de fuego para el dispositivo de tráfico puesto en marcha por la DGT que busca evitar accidentes graves y minimizar las retenciones.

De este modo, se pondrá especial atención en la vigilancia de vías como la VG-41, asi como la AP-9, la A-55, la A-52; especialmente en el regreso; y en carreteras de acceso a las playas de la zona como la PO-552 (Baiona) o la PO-308 (Sanxenxo).

Además, se incrementará la visibilidad de patrullas de la Guardia Civil de Tráfico, sobre todo en los días clave como el de ayer y el domingo 18, la jornada de regreso del puente; ya que la presencia de estas tiene efecto disuasorio.

Una de las medidas principales puestas en marcha con la operación especial consiste en los controles de velocidad en modo dinámico. Esto es, se desplegarán radares en marcha en coches camuflados, especialmente en autopistas. La razón detrás de esta decisión es evitar que los conductores se avisen a través de redes sociales de dónde están colocados los radares, una práctica cada vez más común. En las vías convencionales, por su parte, los controles de velocidad se llevarán a cabo con los clásicos vehículos rotulados.

Durante el puente también se utilizarán coches camuflados con el objetivo de vigilar las distracciones al volante como pueden ser el uso de los móviles o las pantallas táctiles, así como para comprobar que se hace un uso correcto del cinturón de seguridad.

Por último, se intensificarfá la vigilancia en las vías con mucha afluencia de motocicletas, ya que este año aumentaron los accidentes en los que estuvieron implicados estos conductores más vulnerables.