El juzgado desiste de buscar la SIM del móvil de Déborah

El móvil de Déborah quedará como pieza de convicción.
photo_camera El móvil de Déborah quedará como pieza de convicción.

Tras el fallido informe policial del teléfono de la joven de Alcabre, no se han ordenado diligencias dirigidas a hallar la tarjeta, rechazando citar a los agentes que la recogieron

El teléfono móvil, una herramienta a día de hoy tan importante para los investigadores como una muestra biológica, se quedará en la investigación judicial sobre la desaparición y muerte de Déborah, como pieza de convicción junto al legajo desconocido que fue hallado en 2022 en la comisaría de Canillas en Madrid. 

 

 

El escueto informe de la unidad tecnológica de Madrid sobre la revisión del Nokia de la joven de Alcabre parece haber sido definitivo para cerrar esta vía. Los peritos policiales que revisaron el teléfono concluyeron que este carecía de tarjeta SIM, necesaria no solo para encender el dispositivo sino para obtener datos, al almacenar la mayor parte de la información.  Pese a conseguir arrancar el móvil,  se determinó que el terminal carecía de memoria, no pudiéndose encontrar rastro alguno ni de mensajes de texto, ni de llamadas, ni siquiera de contactos. 

El  Juzgado de Instrucción 2 de Tui decidió prorrogar la causa a la espera de esta prueba sin descartar entonces que de sus resultados pudieran ordenarse nuevas diligencias. 

Uno de los resultados que constata la Policía es precisamente que la SIM contendría toda la información respecto a los contactos de la joven, porque, aunque se solicitó a la compañía telefónica un registro de las llamadas del móvil, en el listado aportado a la causa aparecen  28 espacios en blanco correspondientes a llamadas entrantes que  nunca pudieron ser identificadas.  A mayores, si bien se trata de un dispositivo de hace veinte años,  se podría también acceder al contenido de mensajes de texto o a su agenda de contactos.  

Sin embargo, no se han ordenado diligencias encaminadas a la búsqueda de la tarjeta, teniendo en cuenta que quedan todavía legajos del caso en Madrid, al margen de los que fueron encontrados durante las obras.  Los abogados de la familia habían solicitado en su momento que se citara a declarar a los agentes que recogieron el móvil y la SIM, pero fue rechazado al entender que esta declaración no aportaría ningún dato de relevancia a la investigación sobre la desaparición y muerte. 

Todo apunta a que la familia solicite al juzgado la entrega del teléfono,  como se hizo en su momento con la agenda de la joven que se encontraba en las otras cajas en Comisaría con información en principio no relevante para el caso.  El móvil estuvo perdido durante 18 años.

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