Implantan a una mujer en Vigo una bomba que hace de corazón artificial

Sanidad

Es la décima operación de este tipo que realiza Cirugía Cardiaca y que se usa cuando no es posible el trasplante

Profesionales de los servicios de Cardiología y de Anestesia, en el Cunqueiro.
Profesionales de los servicios de Cardiología y de Anestesia, en el Cunqueiro.

El equipo de Cirugía Cardíaca del Cunqueiro acaba de realizar el décimo implante de un dispositivo de asistencia ventricular izquierdo a una paciente de 67 años de edad, lo que le permitirá prologar la vida de esta persona con insuficiencia cardíaca como si fuera un corazón artificial. La operación estuvo dirigida por el doctor Juan José Legarra, que contó con la participación de profesionales de Anestesia y Reanimación. Es una intervención que solo se realiza a pacientes que no son candidatos a un trasplante cardíaco. Este sistema suple esa intervención y prolonga su esperanza de vida.

Estas intervenciones comenzaron en el Cunqueiro en 2017, con una frecuencia de aproximadamente un implante al año, aunque el año pasado se llegaron a hacer tres. El Heartmate 3, que es como se llama esta bomba mecánica implantable, ayuda al corazón a bombear la sangre desde el ventrículo izquierdo al resto del cuerpo, ya que se conecta con la aorta. Cuenta con unas baterías externas que proporcionan energía durante 17 horas ininterrumpidas y que el paciente debe recargar durante el sueño nocturno. La adaptación a este sistema su familiarización es lo que provoca que la hospitalización del paciente se prolongue por un espacio de tiempo superior a lo que clínicamente sería necesario, ya que, por seguridad, la persona implantada y su familia deben acostumbrarse a su funcionamiento, aunque no es muy complicado.

Esta tecnología permite que el paciente realice con normalidad a mayoría de las tareas cotidianas que antes por su insuficiencia cardíaca realizaba con dificultad por la fatiga. Se trata de un dispositivo tecnológicamente muy avanzado en el que el empuje de la sangre se realiza por un rotor que gira a más de 4.500 revoluciones por minuto, gracias a un mecanismo de levitación magnética completo.

El uso de estos dispositivos es cada vez más frecuente, por la escasez de órganos para el trasplante y por la mejoría de los tratamientos, que permiten que personas con enfermedades cardíacas serias lleguen a edad avanzada, donde el trasplante no es una opción.

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