Batieron sus marcas de facturación en dos meses intensos, que se cierran hoy con el apagado. La ocupación hotelera fue la máxima, once puntos más que en 2019
La campaña navideña, que oficialmente se cierra hoy, domingo, en Vigo, a las 20 horas, con el apagado de las luces, será recordada en hostelería y hoteles por el volumen de negocio generado gracias a los miles de turistas que desde finales de noviembre y hasta esta misma semana han visitado la ciudad.
“Ha habido récord de facturación”, afirmó César Sánchez-Ballesteros, presidente de la Federación Provincial de Hosteleros y de la Asociación de Hospedaje. Según apuntó, esto ha permitido alcanzar, en algunos casos, unos beneficios similares a la época precovid. También indicó que de esta constante llegada de viajeros se han beneficiado localidades cercanas, como Cangas o Moaña, que han absorbido el exceso de demanda de alojamiento que, en momentos puntuales, ha llegado a tener Vigo.
Sánchez-Ballesteros, aún sin datos definitivos, cifró la ocupación hotelera en una media cercana al 80%, con llenos el fin de semana, un porcentaje que difícilmente se alcanza incluso en plena época de verano y eso pese a los días de lluvia registrados. Además, defendió la prolongación de las luces una semana. “El Ayuntamiento había anunciado que se apagarían después de Reyes, como el año anterior, y teníamos ya un alto número de reservas de clientes que no habían podido venir en Navidades. Por eso manifestamos rápidamente que se iban a producir muchas cancelaciones”, recalcó.
Igual de satisfecho se mostró Rubén Pérez, presidente de Zona Náutico. “Esta campaña ha supuesto un punto de inflexión para conseguir números prepandemia en cuanto a rentabilidad, porque hemos facturado mucho, pero hay que tener en cuenta la subida de los costes energéticos y de las materias primas”, dijo, para añadir que “la inflación nos ha afectado seriamente y necesitábamos este empujón de este último mes y medio para cerrar el año en positivo”.
El ‘efecto luces’ ha beneficiado especialmente a los establecimientos ubicados en el centro, en el ‘eje de la Navidad’ (Policarpo Sanz-Alameda). Maika Lorenzo, de la pastelería-cafetería El Molino, señaló que durante las Navidades su número de clientes se incrementó un 40 por ciento. “Esta semana ya hemos vuelto a la normalidad. Es el primer año que estamos en esta calle y no puedo compararlo con campañas anteriores", apuntó.
Quien sí es un veterano de esta zona es el Café Royal Atlántico. “La clientela se incrementó el doble en los días fuertes. Para nosotros ha sido muy importante porque veníamos de pasar dos años muy duros por el covid. El tener un colchón y local propio nos ha permitido subsistir este tiempo, por eso ahora es muy importante este impulso de las luces para empezar a tener algún beneficio”, explicó su responsable, Roberto Estévez.
El balance navideño no ha sido igual de positivo en otros establecimientos. En el Café Cosmos, situado en el ‘kilómetro cero’, junto al Abeto, confiaban en tener una afluencia mayor. “Habrá aumentado un 10%, pero esperábamos más dado el lugar estratégico en el que estamos. Además, creo que se notó la crisis y el aumento generalizado de los precios, porque el gasto por turista fue más ajustado”, concluyó Yesel Medrano.
