La multitud de vehículos y la deficiente organización provocó colapsos de dos horas y varios jóvenes con crisis de ansiedad
El concierto de Quevedo no tuvo un final feliz para algunos asistentes. Al menos para las casi 13.000 personas que se dieron cita en el Recinto Ferial del Ifevi. Y es que, como cualquier evento multitudinario celebrado allí, el colapso en la carretera fue habitual. Tanto que las retenciones llegaron a durar hasta 2 horas de duración.
Según fuentes policiales, a las 23:30, hora de finalización del concierto, se produjo un cruce de intereses entre los vehículos que acudían al Ifevi para recoger a familiares, los que querían salir del propio parking del recinto o del aeropuerto y el servicio de autobuses especialmente diseñado para trasladar a los fans del artista hasta el centro vigués. Todo ello en la rotonda de la Avioneta.
Las quejas en la Policía por parte de padres se sucedieron a lo largo de la madrugada por la “deficiente” organización e, incluso, se produjeron algunos altercados de orden público debido a los momentos de tensión. Además, la desinformación de la organización sobre dónde se situarían los autobuses provocó en algunos jóvenes una crisis de ansiedad, teniendo que ser atendidos por los servicios de emergencias. Otro joven también necesitó asistencia médica tras la picadura de una velutina.
Sin embargo, el concierto se desarrolló con relativa normalidad. En el parking de Peinador, a la gran cantidad de vehículos se le sumó la avería de una máquina de pago, con tan solo la presencia de un operario para dar indicaciones. Esto hizo que la salida se realizase de una forma muy ralentizada.
