El aula de teatro viguesa fue reconocida como la única en montar, ensayar y representar una obra en once horas y media
“Fue una sorpresa, lo dábamos por perdido”. Guillermo Surís, ‘Willy’, reconoce que no se lo esperaba, cuando hace unos días, Daniel Lorenzo, el director de Albatros, el aula de teatro de la Compañía de María, lo llamaba para decirle que había llegado el reconocimiento de su récord Guiness por ser la única compañía que en menos de once horas y media fue capaz de montar, ensayar y representar una obra. “Fue una noticia muy ilusionante, porque coincidió con el 25 aniversario del proyecto”, indica Willy, que junto a su mujer, Puri García, echó a andar esta iniciativa hace un cuarto de siglo y que ahora siguen coordinando.
La primera tentativa, con “Love actually” en enero, no pudo ser, por un fallo de forma quedó descalificada. En diciembre, con “Os vellos non deben namorarse” sí pudo ser. Después de un largo proceso de inscripción y burocracia, el fallo tardó varios meses en hacerse público, pero ya es oficial: “Para mí lo batimos dos veces; el primer montaje lo merecía por la dificultad y porque era un estreno mundial, pero por otro lado que lo hayamos logrado con un autor gallego tiene una carga emocional enorme”.
Recuerda como el minuto 90 de última hora tardaba en llegar. “Tuvimos que añadirle una canción porque quedaba corto”. Como promotor del aula de teatro considera este premio como un reconocimiento a toda una trayectoria. “Además de la labor didáctica, los integrantes demostraron que están preparados para afrontar escenas esta magnitud en un proyecto donde participaron distintas promociones”.
Daniel Lorenzo, actual director del aula y relevo generacional, es el alma de esto reto. “Un reconocimiento externo significa muchísimo para culminar la celebración de los 25 años”. Pone en valor la implicación de personas que pasaron por el aula de teatro durante estos años. “Movilizamos unas 40 participantes, unos 30 actores y un equipo de producción, que queremos reivindicar también ante los niños, hacen una labor muy importante, pero no lucen tanto porque permanecen detrás”. Con el récord Guiness bajo el brazo, ya preparan un nuevo curso con contenidos y metodología adaptados a la era post-Covid. “No sabemos cómo va a resultar, hay una gran incertidumbre con las actividades extraescolares”. El grupo de mayores se mantuvieron en contacto con clases de dirección de guión online todos lo viernes. Pero en los niveles infantiles la situación se complica.
“Tenemos un montón de proyectos nuevos para el próximo curso como ‘La llamada’ o ‘La comunidad’ de Alex de la Iglesia; a ver cómo podemos ponerlos en marcha con el nuevo protocolo”, afirma Lorenzo.
La primera tentativa, con “Love actually” en enero, no pudo ser, por un fallo de forma quedó descalificada. En diciembre, con “Os vellos non deben namorarse” sí pudo ser. Después de un largo proceso de inscripción y burocracia, el fallo tardó varios meses en hacerse público, pero ya es oficial: “Para mí lo batimos dos veces; el primer montaje lo merecía por la dificultad y porque era un estreno mundial, pero por otro lado que lo hayamos logrado con un autor gallego tiene una carga emocional enorme”.
Recuerda como el minuto 90 de última hora tardaba en llegar. “Tuvimos que añadirle una canción porque quedaba corto”. Como promotor del aula de teatro considera este premio como un reconocimiento a toda una trayectoria. “Además de la labor didáctica, los integrantes demostraron que están preparados para afrontar escenas esta magnitud en un proyecto donde participaron distintas promociones”.
Daniel Lorenzo, actual director del aula y relevo generacional, es el alma de esto reto. “Un reconocimiento externo significa muchísimo para culminar la celebración de los 25 años”. Pone en valor la implicación de personas que pasaron por el aula de teatro durante estos años. “Movilizamos unas 40 participantes, unos 30 actores y un equipo de producción, que queremos reivindicar también ante los niños, hacen una labor muy importante, pero no lucen tanto porque permanecen detrás”. Con el récord Guiness bajo el brazo, ya preparan un nuevo curso con contenidos y metodología adaptados a la era post-Covid. “No sabemos cómo va a resultar, hay una gran incertidumbre con las actividades extraescolares”. El grupo de mayores se mantuvieron en contacto con clases de dirección de guión online todos lo viernes. Pero en los niveles infantiles la situación se complica.
“Tenemos un montón de proyectos nuevos para el próximo curso como ‘La llamada’ o ‘La comunidad’ de Alex de la Iglesia; a ver cómo podemos ponerlos en marcha con el nuevo protocolo”, afirma Lorenzo.
