La espiral ascendente que presentan los virus respiratorios llevó a las Urgencias del Cunqueiro a marcar su máximo histórico el pasado lunes, cuando llegaron a 565 atenciones a pacientes adultos, según datos oficiales. Es un 40% más de lo habitual, tomando como referencia la media del año pasado, de 402 pacientes diarios.
Nunca antes se habían alcanzado estas cifras tan abultadas en la historia de Urgencias, con la única excepción del accidente del Marisquiño, el 12 de agosto de 2018, cuando se registraron más de 370 heridos al venirse abajo un muelle de madera en As Avenidas. Aquel día Urgencias acumuló 638 pacientes en un solo día y se habían presentado a trabajar sanitarios que no estaban de turno.
Durante este año ya se habían batido dos récords, también un lunes, el peor día en Urgencias de adultos: el 2 de enero con 536 pacientes y el 21 de agosto con 532.
Este lunes día 11 se vivió un calvario en Urgencias, con esperas interminables, de varias horas para los pacientes que iban por patologías banales. Según testigos presenciales, a las tres de la madrugada estaban atendiendo a pacientes que habían llegado a las seis y media de la tarde. Fuentes sindicales aseguran que no se pusieron refuerzos y que la excusa habitual es que no hay personal para contratar. Desde la Gerencia reconocen que hubo un pico asistencial, pero aseguran que en noviembre del año pasado se sumó un nuevo equipo formado por médico, enfermera, TCAE y celador, que aún continúa activo. Por otro lado, apuntan que no fue necesario habilitar nuevas camas en los hospitales, al margen de las que 15 que ya se abrieron el pasado sábado en el Meixoeiro.
La epidemia de la gripe está avanzando de forma importante en las últimas semanas y esto se nota en los dispositivos sanitarios, entre otras cosas por personas mayores y con patologías de base que empeoran cuando contraen este virus. También sigue circulando el covid, aunque no se registra la mayoría de los casos, y sus síntomas se confunden con el catarro. La variante pirola presenta síntomas banales, con fiebre o febrícula, congestión nasal, estornudos, tos y dolores musculares.
