Las gasolineras de Vigo y provincia emplean cada vez a menos trabajadores. El sector afronta una situación de incertidumbre y de “transformación total”, según explica Julio López, presidente de la Federación Gallega de Estaciones de Servicio. “En los próximos años van a cambiar los productos, las estaciones y la figura del propio trabajador”, asegura ante la llegada de la electrificación y los nuevos combustibles.
Algunos de estos cambios todavía están por llegar, pero uno de ellos ya está aquí. Se trata del descenso de los trabajadores en las estaciones de servicio, y en especial la figura del expendedor, la persona encargada de atender y despachar combustible a los clientes que llegaban a una gasolinera, aunque en la práctica sus responsabilidades solían incluir otras funciones.
Según señala López, se está produciendo una tendencia “muy clara” desde hace cuatro años hacia la reducción de los trabajadores en las estaciones de servicio, coincidiendo con la proliferación de las gasolineras “low cost”, que por lo general funcionan a través del autoservicio y no están asociadas. Según sus datos, en las gasolineras que forman parte de la Federación, se emplea de media alrededor de a 6 trabajadores, mientras que en las no asociadas esta cifra se reduce a la mitad.
Todo ello en un contexto ya de por sí complejo para las gasolineras tradicionales, cuyo número es cada vez menor frente a la proliferación de las “low cost”. Según los datos de la Federación, en los últimos años en Vigo y provincia cerraron 22 estaciones de servicio y López asegura que “muchas de ellas no dan beneficios y están intentan venderlas”.
Ante la pregunta de si el futuro pasa por las gasolineras sin trabajadores, el presidente de las estaciones de servicio gallegas señala que “el cliente va a marcar la tendencia según el servicio que busque, es cierto que la automatización y la digitalización van a estar ahí, pero seguramente se ofrecerá un trabajo de atención diferenciado que el consumidor pueda valorar”.
