Los resultados del proyecto, realizado en colaboración con el grupo de investigación de Física Aplicada de la UVigo, se utilizarán para actualizar una guía a nivel nacional
Investigadores del Servicio de Farmacia Hospitalaria de Vigo lograron mejorar las condiciones de la nutrición parenteral que se administra por vena a los pacientes a los que no les funciona el aparato digestivo por diversas causas. Los resultados se utilizarán para actualizar una guía clínica a nivel nacional.
Es un trabajo que se realizó en colaboración con el grupo de investigación de Física Aplicada de la Universidad de Vigo, que dirige el profesor José Luis Legido, y del que ya han salido tres publicaciones y hay otras tres en revisión.
Farmacia Hospitalaria se acaba de estrenar con un grupo propio, I-Farma, en el Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur, que está formado por 18 personas, la mitad de ellas doctores, y que está coordinado por la jefa de servicio, Noemí Martínez, y la farmacéutica Natividad Lago. Desde hace años venían participando en proyectos de otros servicios, como Digestivo, Endocrino o Reumatología, entre otros, una colaboración que va a seguir, pero ahora cobran un nuevo protagonismo con este grupo que trabaja en cuatro líneas: seguridad farmacoterapéutica y resultados en salud, transformación digital en farmacia, calidad y sostenibilidad, y soporte nutricional. Dentro de esta última línea, impulsaron un proyecto para mejorar la calidad de la nutrición parenteral que ofrecen a sus pacientes.
Natividad Lago explica que la nutrición parenteral es “una mezcla inestable y compleja”, que está formada por más de 50 componentes que interaccionan entre sí en la bolsa y cuya estabilidad depende de las condiciones físicas en las que se encuentra como temperatura, presencia de oxígeno y de luz, o incluso de la presión con la que se introducen los productos en la bolsa. “Todo eso condiciona la estabilidad de la emulsión. Teniendo en cuenta que se va a administrar por vena al paciente nos planteamos cómo mejorar la estabilidad y la seguridad, y al mismo tiempo queríamos cubrir mejor los requerimientos del paciente”. Finalmente, lograron aumentar el rango de estabilidad y aumentar los componentes, sobre todo en pacientes que necesitaban un aporte más alto de alguno de los elementos de la nutrición parenteral.
Natividad Lago destaca la colaboración con la UVigo y con laboratorios de apoyo a la investigación, como el Cacti con su microscopio electrónico y la Ecimat en Vigo o el Sai en Coruña. “Nosotros tenemos pacientes y detectamos problemas en el día a día, y ellos (la Universidad) tienen medios y conocimientos para ayudarnos a avanzar y mejorar la atención sanitaria a nuestros pacientes. La sinergia con la Universidad es clave para desarrollar proyectos de investigación aplicada y poder llegar a los pacientes”. Aunque colaboran con distintos grupos de la Universidad, la colaboración con Física Aplicada, que empezó en 2009, fue la más intensa y les permitió coger bagaje en la investigación.
Elaboran 8.000 nutriciones al año que se ponen en vena
El servicio de Farmacia elabora 8.000 nutriciones parenterales al año en el área sanitaria de Vigo. La mayoría son para pacientes ingresados en el hospital, pero algunas son para personas que están estables en su patología y que permanecen en su domicilio, en cuyo caso se hace una supervisión en colaboración con los servicios de Endocrino y Hado.
Es una mezcla de macro y micro nutrientes apta para ser administrada por vía intravenosa y que trata de cubrir los requerimientos nutricionales de los pacientes de forma individualizada según su situación clínica.
Es necesaria en pacientes que en los que la vía digestiva no está funcionante, como en los recién nacidos prematuros (el grado de inmadurez de su aparato digestivo hace que tengan que utilizar la nutrición parenteral sobre todo en los primeros días de vida) y en distintas situaciones clínicas, resecciones intestinales, problemas de mala absorción severos u oclusiones del aparato digestivo.
