Las viviendas de utilización turística (VUT) viven un auténtico “boom” que rebasa el ámbito puramente del negocio vacacional y cada vez más allá y entra en el campo de lo social. En Galicia hay ya un cinco por ciento más que el pasado año, sumando más de 14.000, y Vigo es el segundo ayuntamiento con mayor número registrado, solo por detrás de Sanxenxo, con 2.208. Lo llamativo es que su número no solo no deja de crecer, sino que también se está convirtiendo en una fuente de ingresos inesperada para familias con problemas económicos severos. Los hoteles estarán en Vigo al 80% este verano, según las previsiones realizadas por el organismo Turismo Rías Baixas, y las viviendas llegarán al menos al mismo nivel o incluso superior, en función del tiempo.
Según señala la asociación que agrupa a este sector en Galicia, Aviturga, que dirige Dulcinea Aguín, Vigo tendría ya al menos 750 VUT en oferta (con unas 2.800 plazas), y aunque con mayor lentitud, su número aumenta, marcando ahora mismo un nuevo récord. “Siguen creciendo, en efecto, aunque tampoco va a ser de forma indefinida”, señala a este diario, haciendo un análisis del verano y de la oferta ante los turistas que llegan. Que pueden encontrarse con casas en las afueras o con pisos en el centro que su propietario tiene cerradas, por cuestiones de mercado y otras, señala. Según confiesa, a tenor de las cifras que maneja de sus asociados registrados, el modelo más corriente es que el alquiler de la vivienda se limite a una parte del año, entre junio y septiembre, cuando los precios son más elevados. Con todo, señala que cada vez resulta más habitual otra fórmula: que los propietarios opten por mudarse durante un tiempo a casa de sus familiares -en general, a los padres- a cambio de alquilar la suya durante dos meses para pagar la hipoteca. “Es muy común, renuncian a su casa en el verano para poder así afrontar la hipoteca con mejores garantías” , explica.
Hay que tener en cuenta los buenos precios del alquiler en julio y agosto, aunque son muy variados, en cuestión del tamaño de la vivienda, la situación y otras circunstancias. Así, Aviturga reconoce que no es fácil hacer una media al mes. “Hace no mucho, nos dijeron que habían cobrado 2.000 euros la quincena en Sanxenxo, pero era una casa para 12 personas, sale a 25 euros por personas, mucho más barato que un hotel”, destaca Dulcinea Aguín.
Según sus cálculos, se encuentran viviendas desde 500 o 600 euros la semana, “dependiendo de la capacidad, del tipo de casa, donde está ubicada, no se queda nadie fuera por el precio". "Vas a Portugal y se paga incluso más y sin quejas, y no hay ni punto de comparación, hay que poner en valor lo que tenemos en Galicia”, zanja.
Reconoce que las VUT son una competencia de los hoteles, pero mantiene sus dudas sobre que vaya a seguir creciendo la cifra total. Apunta que hay algunas que están dadas de alta desde el inicio, otras, en cambio, apenas desde hace una temporada. Y recuerda que su mantenimiento exige mucha dedicación, en cuanto a limpieza, atención a los huéspedes, “que entran los sábados, o los domingos, cualquier día, no tienes un día libre para ti”.
