La investigación de la Guardia Civil sobre el accidente de autobús de Cerdedo-Cotobade que se saldó con 7 fallecidos al caer al río Lérez la pasada Nochebuena concluye que el exceso de velocidad fue el principal desencadenante del mismo. Así lo trasladó ayer el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, que señaló que el informe elaborado por los especialistas del Equipo de Recostrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) ya está en manos del Juzgado de Instrucción1 de Pontevedra, encargado de la investigación del siniestro, al que sólo sobrevivieron dos personas, una viajera y el conductor. Además, los resultados de esta investigación contradicen frontalmente la versión del propio conductor, que declaró que el autocar iba a unos 70 kilómetros/hora en el momento del incidente cuando el tramo estaba limitado a 80.
“El informe técnico ya obra en poder del juzgado y los resultados de la investigación apuntan a que la causa fundamental del accidente fue un exceso de velocidad”, trasladó Blanco en unas declaraciones hechas en Tui, en las que el representante del Ejecutivo estatal también afirmó que este mismo motivo fue el del siniestro en el que, semanas después del accidente de autobús, falleció a pocos kilómetros del lugar (el viaducto de Pedre) un motorista.
En este informe, sin embargo, no se pudo contar con los datos aportados por el tacógrafo del vehículo. Esto se debe, como adelantó este periódico en marzo, a los graves daños que había sufrido a causa del accidente. El Dirat (Departamento de Investigación y Reconstrucción de Accidentes de Tráfico), unidad de la Guardia Civil conocida como ‘el CSI de las carreteras’ trató de extraer la información del tacógrafo sin éxito a principios de este año, tras lo que se decidió llevarlo a la empresa que lo construyó. Allí lograron extraer la tarjeta de conductor del interior del aparato. Esta debería contener paradas, velocidades y descansos realizados por el chófer, pero los técnicos de la compañía evidenciaron la imposibilidad de descargar la memoria del tacógrafo a causa de los daños internos. Tanto es así que el propio informe emitido por el Dirat advertía que “la información referente a la velocidad o actividades registradas en la unidad de tacógrafo no se podrán plasmar en el informe pericial”.
Por lo tanto, la conclusión de que el accidente fue causado por el exceso de velocidad se ha extraído –además del testimonio de los dos supervivientes– únicamente de las investigaciones del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico, y además se contradice con la versión de uno de los supervivientes.
El trágico suceso se produjo en la noche del 24 de diciembre, cuando, en una jornada de intensas precipitaciones en toda Galicia, el autobús que cubría la línea Lugo-Vigo se precipitó al río Lérez desde una altura de 29 metros tras salirse de la vía en el puente de Pedre. Nueve meses después, todavía puede verse el destrozo causado por el vehículo en el quitamiedos del viaducto.

El estado de la carretera y el tiempo, grandes condicionantes
Además de la velocidad a la que iba el vehículo –que nunca se llegará a saber exactamente por los daños del tacógrafo–, entre las posibles causas también se barajó en su momento el estado del firme –cuya mejora ya está proyectada por parte del Estado por 5 millones– y la meteorología. Sobre esto último, fue una de las noches más lluviosas del año y la visibilidad era muy reducida. Además, el conductor había referido que los grandes charcos y regatos en la calzada habían provocado ‘aquaplaning’ haciéndole perder el control del autobús.
Los alcaldes de la zona piden medidas urgentes en la N-541
Los siete alcaldes y alcaldesas de la zona pidieron el miércoles al Ministerio de Transportes que adopte medidas urgentes para mejorar la seguridad en la N-541, considerada una de las vías con mayor siniestralidad de España. “No queremos que esta carretera sea un cementerio”, sentenció el alcalde de Cerdedo-Cotobade, Jorge Cubela, que fue el anfitrión de un nuevo encuentro del grupo en el que participan los regidores de O Irixo, Boborás, O Carballiño, Beariz, Punxín y Maside, además del municipio donde se produjo el siniestro en la noche del 24 de diciembre del pasado año.
"Si empezamos un recorrido desde Ourense a Pontevedra podemos ver en muchos tramos como aumentan las cruces y los ramos de flores de las víctimas que a lo largo del tiempo ha ido teniendo esta N-541", ha afirmado Cubela, quien remarcó que el frente es "apolítico" al estar compuesto por alcaldes de distintas fuerzas.