Empanada gigante y música para el otro San Roque vigués

Las dos empanadas gigantes que homenajean a Furrú se repartieron ayer entre los socios de la hermandad.
photo_camera Las dos empanadas gigantes que homenajean a Furrú se repartieron ayer entre los socios de la hermandad.
Las fiestas se adaptaron a la situación y se llevaron a cabo durante tres días, siguiendo con la tradición con actos religiosos y actuaciones, sacando al santo de su ermita

El patrón popular de Vigo, San Roque, dio paso a otro, San Roque Vello, que se celebró ayer. “Venimos todos los años, no nos perdimos ni uno. Yo ya desde pequeñita venía con mis padres. Mi madre siempre venía en el San Roque Vello porque había menos gente. El primer día había atropellos para entrar”, confesaba Dolores Collazo, que acudió con su hija Esperanza Rodríguez. 

Decenas de devotos conmemoraron ayer la festividad de San Roque Vello y de la Hermandad, con la que se puso fin a tres días de fiesta. Las protagonistas de la despedida fueron dos empanadas gigantes, una de carne y otra de bonito -la más solicitada-, que acapararon todas las miradas. Se trataba de un homenaje al conocido como Furrú, miembro destacado de la peña que recibe el mismo nombre. Desde que falleció cada año se honra su memoria utilizando la empanadera que les regaló y repartiendo entre los socios empanada. 

La panadería Santa Rita, que está ubicada en las inmediaciones del Pazo de San Roque y colabora con la hermandad, se encargó de deleitar los paladares de los devotos tras la misa en recuerdo a los socios fallecidos. Además, disfrutaron de la comida presenciando la actuación del Grupo de Acordeóns do CCAR, que empezó media hora antes de lo previsto y puso el broche de oro al San Roque Vello. Interpretaron temas como “Lela”, una adaptación musical de Rosendo Mato de los versos que escribió Castelao en “Os vellos non deben namorarse”.

La Irmandade de San Roque cerró otra edición agridulce, deseando regresar el próximo año a la normalidad prepandemia y que así sea posible la congregación de gente para que no quede nadie fuera. También esperan que se retomen las procesiones “para seguir disfrutando de esta romería” a la que no para ni una pandemia. Con la adaptación de las fiestas a la situación este año destacaron los actos religiosos, aunque también se programaron actuaciones musicales como la de Eladio y los Seres Queridos. Los fieles mantuvieron la tradición y no dudaron en asistir a pesar de las restricciones. 

Misa dedicada a los socios de la hermandad fallecidos

San Roque salió ayer de su ermita por última vez este año. La figura presidió la misa matutina que se ofició para rendir homenaje a los miembros de la hermandad que han fallecido, tanto en estos meses como los acumulados en el tiempo. Además, hubo un recuerdo especial para todas las personas que han muerto debido a la covid. 

A pesar de que esta eucaristía es un acto más sobrio que no se asocia con el jolgorio de una romería, el párroco explicaba que “es de justicia y de cristianos recordar a los que hasta hace poco estaban trabajando desinteresadamente por mostrar devoción a San Roque y han entregado su vida por organizar cada romería”. 

Los fieles siguieron el acto buscando los huecos de sombra y recolocando sillas, cumpliendo en todo momento con las normas anticovid. Así, no se registraron aglomeraciones y tampoco se superó el aforo. Además, la mayoría de los devotos abandonaron el Pazo de San Roque al finalizar la misa, que duró media hora. 

LOS DEVOTOS OPINAN

“OTROS AÑOS HEMOS ESTADO COMIENDO SARDINAS Y BAILANDO”

opine1.JPG_web

Pilar y José Antonio llevan 40 años asistiendo a las Fiestas de San Roque. Al ser un formato reducido debido a la pandemia, este año no han podido degustar las sardinas que tomaban habitualmente en uno de los puestos y tampoco han bailado por la noche al ritmo de las agrupaciones que llenaban el Pazo de San Roque de música. Aún así, destacan que prefieren que se celebre de esta manera antes de que se cancele el evento. “Se hace lo que se puede”, apuntaba José Antonio. 

“SIEMPRE TENÍAMOS LA ILUSIÓN DE LLEVARNOS ALGO DE RECUERDO”

opine2.JPG_web

Dolores y Esperanza, madre e hija, son de Teis, pero no se pierden ni un año las Fiestas de San Roque. Con el paso del tiempo ha ido evolucionando su tradición y desean que regresen todos los puestos habituales. “Mi abuela venía con la cartera y siempre nos compraba algo. De aquella esperábamos a esta fiesta para llevar algo y ya íbamos contentos”, recuerda Esperanza. Su madre explica que hace años acudían con la comida y comían en el suelo, pero después eso fue desapareciendo. 

“LLEVAMOS TODA LA VIDA VINIENDO AQUÍ. FUE MEJOR EL AÑO PASADO QUE ESTE”

opine3.JPG_web

La familia sigue con la tradición y un año más acuden a las Fiestas de San Roque. Algunos forman parte de la directiva y entre ellos se encuentra el socio más joven, Martín, que a los pocos días de nacer se quedó con el número 132 que heredó de su abuelo. Su abuela Isaura destacaba orgullosa que le hicieron un homenaje y hasta lo sacaron en un libro.

Además, explicaba que su suegro donó en 1957 el estandarte, circunstancia que hace aún más especial la festividad. También confesaba que el año pasado fue mejor porque en el día grande de las fiestas “este año se quedaron 750 personas fuera y hubo problemas”, añadiendo que “para salir era un lío”.  

Te puede interesar