La solidaridad de los vigueses, y más concretamente de los donantes habituales de sangre, quedó nuevamente demostrada estos días. El llamamiento desesperado de la Axencia de Doazón de Órganos e Sangue, que tenía muy bajas las reservas de grupos sanguíneos como 0 positivo o A positivo, surtió un efecto instantáneo.
Así se vivió en el local permanente de donación de sangre situado en un local del Hospital Nicolás Peña, donde se vivieron colas a casi cualquier hora del día. Las enfermeras del Nicolás Peña trabajaron como nunca porque el llamamiento oficial no vino acompañado de refuerzos ni tampoco se preveía tal avalancha.
Las donaciones dieron la vuelta al marcador y permitieron mantener toda la programación quirúrgica prevista en los hospitales Cunqueiro y Meixoeiro. Esta semana se habían visto obligados a “reprogramar” cirugías al menos en tres ocasiones por la escasez de los grupos sanguíneos que necesitaban esos pacientes y se cambiaron algunas intervenciones que no eran urgentes por otras prioritarias. Hubo 20 intervenciones afectadas según el cómputo oficial.
Desde la Axencia de Doazón de Órganos e Sangue reconocían ayer que a raíz del llamamiento a la población, la respuesta del área sanitaria de Vigo y de toda Galicia había sido muy grande. Según informaron, las reservas “se estabilizaron” gracias a las donaciones realizadas. Los grupos deficitarios pasaron de nivel crítico a bajo. Galicia necesita entre 400 y 500 donaciones diarias para mantener la actividad de sus hospitales.
