Una cooperativa de consumo en Vigo, entre las diez de España

Miguel Braña y Cándido Martínez, durante una jornada de trabajo en la cooperativa Árbore.
photo_camera Miguel Braña y Cándido Martínez, durante una jornada de trabajo en la cooperativa Árbore.
Árbore, situado en López Mora, es el único gallego con esta filosofía donde los socios marcan el devenir de esta empresa sin ánimo de lucro: “Mejor el producto local que el de fuera”

La preservación del medio ambiente y la naturaleza también se deja ver en Vigo a través de sus mercados y tiendas. Árbore, que nació en el 2001 como un proyecto de cooperativa social, se introdujo hace dos años en la novedosa red de cooperativas de consumo de las que sólo existen 10 en toda España. La diferencia entre los mercados y tiendas tradicionales es que el trabajo con los productores locales es mayor y más directa, libres de intermediarios y siempre apostando por un producto más ecológico y sostenible. Además, los socios, que actualmente rondan las 200 unidades familiares en el área viguesa, cuentan con voz y peso en las decisiones de la tienda, ya sea en precios o en los productos ofertados. 

Miguel Braña es el gerente de la cooperativa, que asegura que todas las decisiones se toman “bajo un proceso democrático y siempre con la idea de tener producto local mejor que el de fuera”, aunque no todos los productos pueden ser recibidos de Galicia. Plátanos o naranjas son importados de sus respectivos lugares, al igual que el cacao, pero siempre “bajo el sello del comercio justo”. 

La cooperativa, al ser sin ánimo de lucro, solo puede mantenerse si es viable, posible gracias a las aportaciones de los socios (72 euros al año) y con un mínimo margen que consiguen de la venta de productos, que se destinan a pagar sueldos de los trabajadores y los costes fijos del local: “El productor gana más dinero, hacemos un consumo responsable y la empresa es viable, pero no contamos con un reparto de dividendos a final de año. Si tenemos algún beneficio, siempre lo invertimos en la empresa con formación de cocina o actividades para los colegios”.   

Aunque recalca Miguel que, más que un supermercado, “esto es una filosofía de vida. La palabra cooperativa de consumo está muy ligada al respeto por el medio ambiente y el planeta, entonces nos centramos en un consumo responsable”. Por ello, los socios han dedicido mediante asamblea que los únicos alimentos de origen animal que se ofrecen a los consumidores son huevos, miel, queso y leche: “Tenemos bastante opción vegetariana y vegana. Además, los productos cosméticos y de limpieza que vendemos no son testados en animales”. 

Existe la opción de llevarse elementos como pasta, suavizante o detergente a granel, donde el consumidor acude con una botella o una bolsa para comprar lo que necesita. La inflación golpeó, como en todos los negocios, aunque en este caso “más a los consumidores. Queremos pagar bien a las productoras locales y encontrar un equilibrio con el cliente. Igual si fuésemos más socios podríamos tener más poder de negociación”. Además de en Vigo, los otros mercados cooperativos se ubican diferentes puntos de España como Sevilla, Madrid o Pamplona.

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