El segundo trimestre ha confirmado lo que el primero ya apuntaba: la construcción de obra nueva en Vigo está en declive. Los datos circunscritos a la ciudad entre abril y junio que manejan los aparejadores así los constatan si se comparan con el mismo periodo del pasado año, con un descenso del 25% al pasar de las 32 de 2022 a las 24 de este 2023.
En concreto, las cifras que presentará el Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica (Coatpo) en su informe trimestral son de 22 viviendas unifamiliares y tan solo 2 edificios. Una vez más, se confirma la querencia por la residencia más o menos apartada del centro de la urbe y que tiene detrás el impulso de los propietarios, dejando muy reducido el ámbito de actuación de las inmobiliarias. Aspecto este último en el que también influye la situación generada en torno al Plan General de Ordenación Urbana. Su desbloqueo se espera que provoque un 2024 con mucha más actividad en la construcción.
Lo único que ha permitido mantener una cierta regularidad en el número de expedientes manejados por los aparejadores en este trimestre (117) respecto al de 2022 (116) es el incremento de los destinados a la reforma o rehabilitación. En total, se han registrado 93 actuaciones de este tipo, frente a las 84 de hace doce meses. Así la proporción entre abril y junio de obra nuevo y rehabilitación es nada menos que de 20-80. Es decir, sólo 2 de cada 10 expedientes se engloban bajo el epígrafe de construcción de nuevo cuño.
En la comparativa entre los segundos trimestres de 2022 y 2023, el elemento más diferente es el del Presupuesto de Ejecución Material, que incluye el coste de los materiales y de la mano de obra. Si hace un año era de 17.297.688, en éste se disparó a 26.577.208. Impulsado, de nuevo, por la reforma y la rehabilitación, ya que la media por actuación ha pasado de 101.688,3 a más del doble: 233.053,17. En cambio, en el caso de la obra nueva, el presupuesto medio ha disminuido de forma importante, pasando de 273.620,97 a 204.302.
Sea como sea, la construcción en Vigo sigue a la espera de la resurrección una vez se dé la aprobación inicial del PGOM.
