La construcción de Vigo busca mujeres para “hacer carrera”

Maruxa Barros hizo un curso en la Fundación Laboral de la Construcción. Hace trabajos verticales. “Lo importante es elegir porque es muy amplio”.
photo_camera Maruxa Barros hizo un curso en la Fundación Laboral de la Construcción. Hace trabajos verticales. “Lo importante es elegir porque es muy amplio”.
Asociación provincial y Fundación Laboral de la Construcción inician una campaña por los centros educativos 

El sector de la construcción necesita a las mujeres. En un momento en el que la mano de obra es escasa “no podemos permitirnos el lujo de que no estén en nuestro sector. Ya están en staff técnico y directivo, pero no en aparato productivo. Hay pocas fontaneras, operadoras de retroexcavadora o electricistas y hay que revertirlo”, asegura Miguel Caruncho, presidente Asociación provincial de Constructores de Pontevedra.

 

 

Así que la asociación provincial se ha embarcado, junto con la Fundación Laboral de la Construcción y la federación en una campaña para “intentar captar a ese 50% de la población al que no llegamos”, apunta Caruncho.

Una de las formas es mostrando modelos de mujeres que ya están en el sector. “Tenemos ya campañas de información en los centros educativos, con orientadores laborales. En esas charlas se acerca la gente para decirte: yo no sabía que el sector de la construcción era así. Creen que es la zanja o estar en un forjado al sol y eso ya no existe. Somos industria de la  construción y todo está más digitalizado y mecanizado. Somos el único sector en Galicia que en verano tiene una jornada intensiva por el calor”, añade el presidente de los constructores.

Inspirados en otros sectores

En este sentido se inspiran en otros sectores que han conseguido llegar a las mujeres. “Otros sectores han conseguido revertirlo, como el transporte. Hace diez años nadie veía a una mujer en un autobús o un trailer y hoy en día es habitual. Es algo que debemos hacer, porque conducir un trailer es más complicado que una retroexcavadora”.

Miguel Caruncho subraya que “tenemos que visibilizar que el sector de la construcción no es lo que la gente se cree. Podemos ofrecer un desarrollo profesional para cualquier mujer”. Añade que “los convenios de la construcción son excelentes, con buenas remuneraciones. En definitiva, es una sector donde puedes desarrollar una carrera profesional, no es sólo un puesto de trabajo. Aquí alguien puede entrar de peón y a los cinco o seis años ser encagrada de obra”, concluye.

Apenas un 9% de mujeres en Vigo y la provincia

Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa señalan que la construcción en la provincia de Pontevedra apenas tiene un 8,8% de mujeres (unas 2.400), la mayoría en puestos de dirección y pocas en oficios como carpinteras, fontaneras, electricistas o pintoras.  Es un sector masculinizado con una imagen de duro. La media en Galicia es el 8,6% del sector, unas 6.600 mujeres.

La Fundación Laboral de la Construcción tiene en marcha proyectos para tratar de cambiar la imagen que las mujeres tienen del sector, como “Ti elixes” con la Xunta o el proxecto “Construíndo en Femenino” con La Caixa o el programa “Constrúate”, para personas jóvenes que den relevo a los que se jubilan.

“Tienen que conocer las oportunidades que les brinda el sector. Pueden acceder a un puesto de trabajo con mejores condiciones laborales” con “contratos indefinidos a tiempo completo” y ventajas “como jornada continua u horarios flexibles”, explican desde la fundación. 

 Maruxa Barros es una viguesa que se dedica a trabajos verticales. Estando desempleada hizo un curso de la Fundación Laboral “y me gustó”. Explica que “la construcción tiene muchos ámbitos y para cada una de nosotras hay un nicho. Lo importante es saber qué te gusta porque es muy amplio”.

 Zaida Camino era camarera y ahora conduce un camión de obra. “Estoy muy contenta. En el bar trabajaba todos los días y pasé a tener puentes y fines de semana. Es una maravilla. Lo recomendaría a otras mujeres por supuesto”, explica.

 Saly Torres lleva 30 años como palista en A Estrada. Empezó en la empresa familiar que ahora dirige con su hermana. “Era una niña y con una excavadora y te hacían un examen antes de entrar, pero me hice el hueco”, asegura. “La construcción necesita mano de obra. El sector cambió muchísimo y está bien pagado”.

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