El “ladrillo” ralentiza su desarrollo con menos proyectos y licencias en 2023 que en 2022 y la perspectiva a corto plazo del nuevo Plan General que permita urbanizaciones
El número de licencias y expedientes de obra se redujo en 2023 en torno a un 25 por ciento en Vigo con respecto al año anterior, según las cifras provisionales que manejan tanto el instituto gallego estadístico (IGE) como el Colegio de Arquitectos Técnicos de la provincia con números certificados oficiales del ejercicio que se cerró hace un mes. Se trata de una caída que se daba por segura por una razón fundamental: Vigo no tiene todavía aprobado definitivamente el Plan General y, por tanto, sus posibilidades de desarrollar nuevas obras son mucho más reducidas.
Además, el instrumento de ordenación provisional que estuvo vigente a partir de 2015 para dar posibilidades al “ladrillo” ha dejado de funcionar tras su prórroga. Fuentes del sector coinciden en afirmar que a partir de que se dé visto bueno al nuevo Plan General, lo que tendría que pasar entre mayo y junio, las opciones para desarrollar el sector serán mucho mayores y que ya habría promotores a la espera de tener luz verde.
Según los datos del IGE, desde enero a octubre ambos incluidos, en Vigo se dieron 108 licencias de obra nueva en 2023, por 139 durante el mismo período del ejercicio anterior, en ambos casos muy lejos de los buenos años, en que se superaban con facilidad el millar de permisos de construcción. Supone una caída en torno al 25 por ciento.
Por su parte, el Colegio de Arquitectos Técnicos realiza un control de los permisos a través de los expedientes de obra, previos a la solicitud de las licencias ante el Concello. Los antiguos aparejadores también han constatado en el último cuatrimestre un descenso en el mismo porcentaje. En concreto, en la suma entre obra nueva y rehabilitaciones fueron tramitados 84 proyectos, frente a 103 del mismo período de 2022. De ellos, 16 son para obras nuevas (eran 20 en 2022) y 68 para rehabilitaciones y reformas (un total 83 el año anterior). El importe total de las actuaciones a desarrollar también decrece de forma importante. En concreto, en el último cuatrimestre alcanzaron 12,6 millones de euros, frente a los 18,5 millones de 2022.
Miles de viviendas, a la espera de desarrollo
La Consellería de Medio Ambiente tiene un mes para analizar si toda la documentación del Plan General aprobado provisionalmente por el pleno está completa. A partir de ahí, tres mes para emitir el informe previo a la aprobación definitiva, que realizará de nuevo en pleno el Concello de Vigo. Por tanto, en mayo de este año tendría que darse el último paso para finalizar la larga tramitación iniciada hace nueve años, tras la anulación del Plan General de 2008 por el Tribunal Supremo.
Del PGOM depende, entre otros desarrollos importantes, el nuevo entorno de Samil, donde en tres ámbitos distintos se contemplan unas 3.000 nuevas viviendas, la mitad de la aprobación inicial, tras el “recorte” por la Xunta. El Plan tendría 25 años de vigor y exige inversiones públicas por 847 millones entre Concello, Xunta, Estado y Diputación. En población, contempla llegar a 2041 a 304.640 habitantes en la perspectiva pesimista y 319.675 en la optimista.
