La construcción teme la falta de relevo en aparejadores y albañiles en Vigo

Las pocas obras nuevas que se están realizando tienen problemas para juntar las cuadrillas.
photo_camera Las pocas obras nuevas que se están realizando tienen problemas para juntar las cuadrillas.
Los arquitectos técnicos vuelven a cifras casi de pleno empleo y la mano de obra es extranjera en gran medida

En los cursos 15/16 y 16/17, el grado de arquitectura técnica de A Coruña, el único de Galicia, apenas contó con 23 nuevos ingresos por año. Una cifra, sin duda, casi irrisoria si se compara con lo que sucedía en esta rama de estudio hace tres lustros, justo antes de la que la crisis del ladrillo comenzase a poner al sector de la construcción en tela de juicio.

Las tormentas han sido muchas en este tiempo, pasando de una salida laboral casi sin paro a otra con más problemas de inactividad. Pero la falta de un relevo generacional suficiente ha vuelto a generar un mercado de trabajo más que interesante para los aparejadores. De ahí que, poco a poco, las cifras se hayan ido recuperando en el grado universitario herculino, con una tendencia al alza: 35, 37, 53, 52, 54 y 73 desde 2017 hasta 2023. Un pico este último que viene a paliar las reticencias previas.

Esta falta de continuidad generacional ya es un hecho en la mano de obra cualificada, especialmente entre los albañiles. La dureza física del trabajo ha provocado una carestía importante de profesionales, lo que lleva a que la gran mayoría de los puesto se cubran ya desde hace tiempo con personal extranjero. Brasileños, venezolanos, marroquíes, bolivianos… Las pocas construcciones en marcha son una convivencia internacional de trabajadores que asumen las funciones que el mercado laboral español no es capaz de cubrir. Esta tendencia, común a los países de Europa de mayor desarrollo económico, supone una de las salidas laborales para los inmigrantes.

Un sector acostumbrado a lidiar con problemas desde hace década y media afronta ahora un nuevo reto. La aprobación del Plan General de Ordenación Municipal en Vigo aclarará el camino.

Sin profesionales aumenta el uso de materiales prefabricados

Una de las consecuencias de la falta de mano de obra cualificada es la apuesta, cada vez mayor en los proyectos de construcción, por elementos prefabricados. El pladur está alcanzando un alto grado de presencia tanto en las obras de nuevo cuño como en las rehabilitaciones, que cada vez copan un porcentaje mayor de la actividad constructiva.

Porque la falta de profesionales no se limita a la albañilería, sino que también afecta a fontanería, electricidad y demás aspectos de la construcción. A los responsables de las obras les cuesta encontrar las cuadrillas y también cuadrar los tiempos para que las construcciones cumplan plazos.

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