Colegios de Vigo ya intentan frenar el uso de Inteligencia Artificial por los alumnos

Imagen de archivo de alumnos trabajando con ordenadores en un instituto de Vigo.
photo_camera Imagen de archivo de alumnos trabajando con ordenadores en un instituto de Vigo.
Los docentes de Lengua alertan de que el uso es “generalizado” por parte de los alumnos de Secundaria

Aunque la inteligencia artificial (IA) parece una herramienta más de futuro que de presente, lo cierto es que ya ha logrado meterse de lleno en el día a día de muchas personas. En especial, los más jóvenes, ya que, como alertan docentes de Secundaria de varios institutos de Vigo, aplicaciones como ChatGPT, que es capaz de entregar al usuario textos completamente redactados si se le pide a golpe de click, se usan ya de forma generalizada por parte de los alumnos para evitar esforzarse a la hora de hacer trabajos en casa. Ello ha obligado a tomar medidas, prácticamente de forma improvisada, en decenas de aulas de Secundaria de la ciudad.

 

 

Así lo confirma Francisco López, profesor de Lengua Castellana en el IES Politécnico, que aunque cree que “no es un asunto urgente”, es consciente de que se trata de un tema de “dominio común” entre el alumnado. De hecho, este docente explica que “diariamente tenemos que revisar alguna redacción para comprobar que, efectivamente, está hecha por una IA e incluso ha habido incidencias en algún examen al respecto”. Afortunadamente, como relata López, detectar el uso de herramientas como ChatGPT es sencillo y se puede hacer “a la primera” ya que, en la mayoría de los casos, conocen cómo escriben sus alumnos y la diferencia es palpable.

Sin embargo, como apunta Xosé Álvarez, docente del IES San Tomé, pese a que los profesores son capaces de detectarlo, demostrarlo es mucho más difícil, “sobre todo cuando nos vienen las familias diciéndonos que es mentira, que esas redacciones las escriben sus hijos”. Por tanto, están en una posición imposible ya que “haciendo estos trabajos así sólo se engañan a sí mismos, no a nosotros, y cuando llega el examen no sabrían hacer nada de eso ni aunque les pongamos los mismos ejercicios”.

Álvarez explica que las redacciones escritas por ChatGPT son fáciles de detectar casi a simple vista, porque aunque depende un poco del tipo de trabajo que se pida, “normalmente la máquina da respuestas ambiguas, redunda mucho sobre los mismos temas y la estructura de los textos es completamente impropia de la de un estudiante de Secundaria. Ellos no escriben así”. 

Estas ‘trampas’ por parte de los alumnos están teniendo un efecto directo en las clases. Porque los docentes, ante el imparable uso generalizado de estas tecnologías, optan por enviar cada vez menos trabajos para casa. “Para leer lo que escribe la máquina no vamos a perder nuestro tiempo”, apunta Álvarez. Así, en muchas clases ya no se puntúan los trabajos que se mandan hacer en casa y en otras tantas, se opta por pedirles que lo hagan en horas de clase. Esto último, como consecuencia, hace que los docentes tengan que renunciar a parte del currículum académico “porque las horas son las que son”, detalla el profesor del IES San Tomé.

Eso sí, los docentes también tiran de imaginación y originalidad para intentar evitar que sus alumnos hagan trampas con estas herramientas. “Ahora les estamos pidiendo mucho a los alumnos que usen bibliografía y la expliquen en su trabajo, así por lo menos les obliga a leer y redactar esas partes”, comenta Xosé Álvarez. El objetivo es complicar lo máximo posible que se automatice la tarea escolar para que lo que puede ser un instrumento útil no se abuse por parte del alumnado.

“Les enseñamos su potencial, pero sólo lo utilizan mal”

No todos los docentes tienen una cruzada contra herramientas como ChatGPT. De hecho, los hay que se fijaron en él por su potencial a la hora de plantear otro tipo de trabajos con sus alumnos. “El año pasado hice un proyecto con el curso de 3º de ESO en el que imaginábamos y construimos un mundo distópico al estilo de ‘Un Mundo Feliz’ (Aldous Huxley) y usábamos ChatGPT para darle forma a la literatura de esa sociedad, sus leyes… En definitiva, con esta experiencia los alumnos aprendieron un uso útil de esta herramienta", comenta una docente de un instituto vigués. Sin embargo, “este año se vinieron muy arriba y cuando les mando algún trabajo para casa, todo viene redactado con IA”, lamenta esta educadora. 

Como ella, otros muchos profesores de centros escolares de Vigo –y de toda Galicia– han visto mermadas sus posibilidades de evaluar la expresión escrita de los alumnos por culpa del abuso de una herramienta que, como ella sintetiza, “les enseñamos porque tenía potencial para muchas cosas pero sólo la utilizan mal”. 

Además, las ‘trampas’ de los estudiantes no sólo se dan en asignaturas en las que es necesario redactar textos como Lengua Castellana o Inglés. Estas llegan también a materias como Matemáticas, ya que la IA es capaz de resolver operaciones aritméticas. “Luego los pones en el examen a hacer los mismos ejercicios y no saben cómo hacerlos. Ni siquiera se esfuerzan en entender las soluciones que les da el programa, sólo copian y pegan”, lamenta Xosé Álvarez, que hace un llamamiento a que las familias se involucren un poco más para evitar estas situaciones.

Te puede interesar