La ciencia biomédica se marca el reto del relevo generacional

Las jornadas duran tres días (hoy será el último) y se celebran en la sede de Afundación.
photo_camera Las jornadas duran tres días (hoy será el último) y se celebran en la sede de Afundación.
La Jornada de Personal Científico Joven CIBER puso de relieve la importancia de la figura de un mentor, el desarrollo de competencias y liderazgo, y apostar por la internacionalización

Garantizar el relevo generacional, fomentar las colaboraciones y poner el foco en el paciente son algunos de los retos que puso sobre la mesa el Centro de Investigaciones Biomédicas en Red (CIBER) durante la celebración de las primeras jornadas de personal científico joven de este consorcio, que se celebra estos días en Vigo con la participación de unos 350 investigadores.

La directora del Instituto de Salud Carlos III, Marina Pollán, dio la bienvenida oficial a los asistentes, en una ceremonia en la que participó la concejala Nuria Rodríguez en representación del alcalde.

La jornada incluyó una mesa de referentes de esta red, en la que Raquel Yotti, comisionada del PERTE en salud, analizó el rol del personal clínico en la investigación, “una carrera de fondo llena de obstáculos”, en la que señaló como fundamental contar “con la figura de un mentor, el desarrollo de competencias y liderazgo, explorar las fronteras siendo multidisciplinares como hace CIBER desdibujando fronteras apostando por la internacionalización”.

La jornada contó también con una mesa redonda sobre los pacientes, a los que invitan a poner el foco en la salud y no en la enfermedad (el turning point), y sobre los retos de investigar en salud.

En la actualidad, el CIBER tiene una plantilla de 831 personas y 5.654 investigadores adscritos.

“Con las palabras adecuadas la gente entiende bien la ciencia”

La investigadora del Instituto de Microelectrónica de Barcelona Elisabet Prats moderó una mesa sobre la divulgación científica. Asegura que para ella es “natural” que un científico explique lo que hace y fomente la cultura científica. Su salto al mundo de la divulgación fue casual, al participar en la primera edición que se hacía en España del Famelab, un certamen internacional de monólogos científicos, en el que llegó a semifinales con un vídeo de tres minutos en el que explicaba su trabajo en el laboratorio.

A raíz de ahí nació el proyecto de divulgación científica llamado Big Van, en el que sigue colaborando, y también se ocupa de esta faceta en el centro en el que trabaja. “Desde el principio nos enseñan a hablar con un lenguaje muy específico, los químicos con fórmulas y los físicos con ecuaciones. Pensamos que la gente no lo va a entender, pero se puede lograr con palabras adecuadas y con metáforas sin alejarnos de la realidad de la ciencia. Se puede divulgar y hacer investigación a la vez".

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