La investigación judicial sobre la desaparición y muerte de la joven viguesa Déborah Fernández, cuyo cadáver apareció en una cuneta en 2002, vuelve a enquistarse a escasas semanas de cumplirse los 19 años del crimen.
El Juzgado de Instrucción 2 de Tui sigue sin actuar frente al informe forense presentado el pasado 28 de frebrero por el equipo legal de la familia de la víctima y tampoco ha dado respuesta por el momento a la petición realizada pocos días después, para autorizar la exhumación del cadáver.
El tiempo juega en contra de esta causa al estar cada días más amenazada por la prescripción definitiva que echaría el cerrojo sin haber encontrado al o los presuntos responsables de la desaparición y muerte de la joven.
Desde que se reabrió el caso, a finales de 2019, los abogados de la familia han interpuesto decenas de recursos contra diligencias de prueba denegadas tanto por la Fiscalía como por el juzgado, consiguiendo en algún caso obtener respaldo de la Audiencia. El propio tribunal advertía de la obligación de intentar agotar todas las vías de investigación al considerar el caso complejo y muy grave.
Este nuevo silencio judicial que ya se prolonga más de un mes incrementa la angustia de los padres y hermanos de Déborah, después del esfuerzo titánico de años para lograr dar impulso a la investigación.
El próximo 30 de abril se cumplirán 19 años desde que Déborah salió de su casa de Alcabre a correr por Samil y nunca regresó. El 10 de mayo, su cuerpo era encontrado, desnudo, en una cuneta a más de 40 kilómetros de su casa. Una semana antes del aniversario, el juzgado acogerá una nueva jornada de declaraciones con varios testigos, mientras se espera la autorización para analizar el cuerpo.
El Juzgado de Instrucción 2 de Tui sigue sin actuar frente al informe forense presentado el pasado 28 de frebrero por el equipo legal de la familia de la víctima y tampoco ha dado respuesta por el momento a la petición realizada pocos días después, para autorizar la exhumación del cadáver.
El tiempo juega en contra de esta causa al estar cada días más amenazada por la prescripción definitiva que echaría el cerrojo sin haber encontrado al o los presuntos responsables de la desaparición y muerte de la joven.
Desde que se reabrió el caso, a finales de 2019, los abogados de la familia han interpuesto decenas de recursos contra diligencias de prueba denegadas tanto por la Fiscalía como por el juzgado, consiguiendo en algún caso obtener respaldo de la Audiencia. El propio tribunal advertía de la obligación de intentar agotar todas las vías de investigación al considerar el caso complejo y muy grave.
Este nuevo silencio judicial que ya se prolonga más de un mes incrementa la angustia de los padres y hermanos de Déborah, después del esfuerzo titánico de años para lograr dar impulso a la investigación.
El próximo 30 de abril se cumplirán 19 años desde que Déborah salió de su casa de Alcabre a correr por Samil y nunca regresó. El 10 de mayo, su cuerpo era encontrado, desnudo, en una cuneta a más de 40 kilómetros de su casa. Una semana antes del aniversario, el juzgado acogerá una nueva jornada de declaraciones con varios testigos, mientras se espera la autorización para analizar el cuerpo.
