El Casco Vello, hervidero entre turistas y devotos

Cristo de la Victoria

El obispo se estrenó en la misa solemne con una homilía sobre la cruz

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El goteo de fieles fue constante ayer por la mañana en la basílica-Concatedral. El calor ayudó a que numerosos devotos del Cristo se adelantasen a la procesión de la tarde, realizando el recorrido, portando velas y exvotos.

Mientras, en Porta do Sol, los alfombristas de Ponteareas finalizaban el tapiz del Cristo y la banda de música amenizaban la mañana en Praza da Princesa. Entre procesionarios del Cristo y turistas, el Casco Vello era un hervidero de actividad. Los encargados de recoger los cirios a la puerta del templo se mostraron sorprendidos de la cantidad de candelas depositadas, “más que cualquier año y mucho más que el pasado”, afirmaron.

La misa mayor, presidida por el Cristo da Victoria en el crucero y cantada por la coral Casablanca, se ofició con toda solemnidad. Asistieron representantes políticos como la delegada territorial de la Xunta, Ana Ortiz; el alcalde Abel Caballero y concejales como Ángel Rivas. La homilía a cargo del obispo, Antonio Valín, que se estrenó en la celebración del Cristo da Victoria, haciéndose eco de la predicación realizada tras la novena por el arzobispo emérito de Santiago, Julián Barrio, llamó a los fieles a acercarse más al crucificado. “La experiencia de la cruz siempre es dura, incluso difícil de ver; pero para nosotros, la cruz no es un patíbulo, ni un instrumento de castigo, se nos revela como el triunfo del amor”, afirmó.

A lo largo de la mañana, la entrega de cirios tras finalizar el recorrido fue constante, “muy superior que a años anteriores a estas horas”, afirmaron los voluntarios que las recogían en la entrada del templo. Fieles y turistas coincidieron en un Casco Vello, lleno de actividad.

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