Cardiología muestra en Vigo sus implantes a través de catéter

El jefe de Cardiología, Andrés Íñiguez, en el centro de la imagen, con los participantes.
photo_camera El jefe de Cardiología, Andrés Íñiguez, en el centro de la imagen, con los participantes.

El Cunqueiro usó esta técnica el pasado año, por primera vez en España, para la válvula tricúspide del corazón y suma ya 60 pacientes 

Medio centenar de cardiólogos se reunieron en el Hospital Álvaro Cunqueiro para debatir sobre los últimos avances en los tratamientos de la válvula tricúspide, bajo el paraguas de la organización internacional PCR Tricuspid Focus Group. 

La válvula tricúspide separa el ventrículo derecho de la aurícula derecha del corazón, y regula el flujo sanguíneo entre ambas cavidades.

Los servicios de Cardiología y Cirugía Cardíaca del área sanitaria de Vigo realizaron el pasado año, por primera vez en España, implantes en el corazón de válvulas tricúspide transcatéter, una técnica mínimamente invasiva. Esto significa que repararon o cambiaron a propia válvula tricúspide del paciente, cuando esta no realiza su función correctamente, con dispositivos que se introducen por un catéter a través de una punción de la vena femoral o yugular. Hasta ahora, el tratamiento de esta valvulopatía se realizaban con cirugía convencional, abriendo el externón y muchas veces parando el corazón del paciente como en la cirugía extracorpórea. El Cunqueiro ya trató a 60 pacientes con este procedimientos que están dados de alta y presentan una evolución favorable.

La reunión permitió actualizar los conocimientos y visibilizar esta enfermedad y sus tratamientos, ya que hasta hace poco la insuficiencia tricúspide era una patología infratratada, por representar un alto riesgo quirúrgico, según explica el cardiólogo del comité organizador, Rodrigo Estévez- Loureiro. Los especialistas también tratan de concienciar a la comunidad cardiológica para una derivación precoz que permita seleccionar mejor a los pacientes para que reciban corrección de esta valvulopatía, ya sea por medios quirúrgicos o intervencionistas.

Cuando la valvula tricúspide no funciona bien se produce un reflujo de sangre que retrocede hacia las venas principales en lugar de desplazarse adelante y llegar a los pulmones para recoger oxígeno. A veces, si esta insuficiencia es grave puede cursar con síntomas como cansancio, debilidad, hinchazón de abdomen, pes y tobillos, lo cual limita de forma muy importante a calidad de vida de los enfermos, además de impactar de manera negativa en la supervivencia.

El servicio de Cardiología del Cunqueiro cuenta con tres laboratorios de Hemodinámica dedicados al intervencionismo coronario y estructural, que realiza unos 2.000 procedimientos diagnósticos y terapéuticos anuales.

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