La institución gasta una media de 27.600 euros anuales en mantener estas instalaciones, normalmente gestionadas por empresas y cuyos precios se fijan periódicamente
Tan importante para la vida universitaria como las bibliotecas o las salas de estudio son las cafeterías, en cuyo mantenimiento anual la Universidad de Vigo se gasta casi medio millón de euros (441.427 en total). Así lo recoge el último informe de contabilidad analítica de la institución, que recoge los gastos e ingresos de la UVigo de forma detallada en un esfuerzo por maximizar la transparencia en el plano económico.
Este nivel de detalle permite conocer cuánto dinero va destinado a mantener cada departamento de cada facultad, incluso gastos residuales como las salas técnicas y de limpieza, así como centros anexos como las cafeterías.
En el caso de estas últimas, que hacen las veces de centro social sirviendo como punto de encuentro para estudiantes –raro es el día en el que el mayor bullicio de las facultades no se concentra allí–, la UVigo destina una media de 27.589 euros por cafetería para las 16 que se encuentran en los tres campus de la institución. Por lo general, cada facultad cuenta con su correspondiente cafetería con la salvedad de las que no tienen edificio propio (como Diseño o Ingeniería Aeronáutica) y excepciones como Historia o Ciencias de la Educación.
Las que menos cuestan al año a la institución viguesa están en Ourense. Las cafeterías de la Escuela de Ingeniería Informática (6.495 euros) y de las facultades de Ciencias (7.331), Ciencias Empresariales y Turismo (9.551) y Derecho (9.590) son las únicas cuyos costes de mantenimiento no superan los 10.000 euros.
En la otra cara de la moneda, tres cafeterías del campus de Vigo cuestan más de 50.000 euros anuales a la Universidad. Se trata de Filología (57.876 euros), Escuela de Ingeniería de Minas (55.610) y Edificio de Ciencias Experimentales, que aglutina Biología, Química y Ciencias del Mar (52.698).
La reprografía resiste en Ourense
Uno de los servicios que no podía faltar en ninguna facultad hasta hace menos de 15 años era el de reprografía. A día de hoy, con el trabajo en la nube, muchos docentes ya no utilizan fotocopias o cualquier tipo de soporte en papel y lo más parecido que queda en los campus es una impresora conectada a la red que se puede utilizar a través de la tarjeta universitaria.
Sin embargo, en el campus de Ourense de la UVigo todavía permanece este servicio. Tal y como recoge el informe de contabilidad analítica, hay hasta tres gastos destinados a reprografía y copistería. Uno en la facultad de Historia (965 euros), otro en Empresariales (1.684) y otro en Ciencias de la Educación (878). El campus ourensano todavía resiste a la revolución digital.
