La autovía Vigo-Cangas crece en tráfico y gana en seguridad

Alcanza sus cifras más elevadas de intensidad media diaria desde que la Xunta puso en marcha la carretera

Tráfico fluido por la autovía del Morrazo ayer por la tarde, en dirección hacia Vigo.
Tráfico fluido por la autovía del Morrazo ayer por la tarde, en dirección hacia Vigo.

La autovía autonómica del Morrazo A-46, que discurre entre Rande y Cangas, ha recuperado definitivamente su tráfico máximo, según ha podido constatar en sus controles períodicos la Xunta, titular de dicha vía. No ha sido fácil, pero finalmente los datos de intensidad media diaria de 2023 coinciden en general con los de 2022, que ya eran a su vez los más altos. “No hay variación significativa de tráfico por la entrada en servicio de la autovía con respecto a cuando era Corredor do Morrazo. Es lo que esperaba, porque los usuarios son los mismos, aunque ahora circulan con mayor seguridad y más fluidez de tráfico”, señalan en la Consellería de Infraestructuras. De hecho, la clave está en la mayor seguridad y en la rapidez con que se comunican los dos lados de la Ría de Vigo.

En agosto de 2022 la autovía que une con rapidez Vigo con Cangas, en apenas 20 minutos y sin peajes, rozó los 23.000 vehículos diarios (22-791). En mayo eran 17.215 de promedio. Este último mes de mayo de 2023, última medición realizada por la Xunta, el tráfico diario alcanzaba 17.335 vehículos, es decir, ligeramente superior a 2022. Se estima para agosto, cuando el turismo hace que la autovía sea mucho más utilizada, en especial para miles de vigueses que se desplazan a las playas del Morrazo, pueda rozar los 23.000, colocándose, por tanto, en sus cifras más altas, aunque por escaso margen.

Pese a todo, y aunque no por mucho, son cifras superiores a antes de la transformación total del Corredor en autovía desde Vigo a Cangas, que no se produjo hasta junio de 2019. Antes, había tramos abiertos, desde el puente de Rande hasta Moaña, y no sería hasta más adelante cuando se terminaría hasta Cangas. El proyecto inicial contemplaba seguir hasta el final, donde culmina todavía lo que resta del Corredor, para enlazar hacia Bueu y Aldán, pero la Xunta finalmente desechó dicha idea para poder ajustar el presupuesto.

En 2015, alcanzó algo menos de 17.000 vehículos al día de promedio y en 2019, justo antes del covid, algo menos de 16.000. No hay grandes variaciones, pero sí la recuperación de la circulación hasta alcanzar los datos más elevados de intensidad media diaria. Y pese a ello, la siniestralidad de esta vía no ha crecido. Al contrario, continúa siendo muy baja, lo que no sucedía con el Corredor, que se había convertido en una carretera realmente peligrosa por ser rápida pero de doble sentido, con colisiones muy virulentas. Ha habido accidentes en estos cuatro últimos años, pero ninguno hasta el momento con víctimas mortales y la mayoría se han saldado con heridos leves o de poca consideración. Un dato relevante para la Consellería de Infraestructuras por cuanto confirma la correcta decisión tomada de convertir la carretera en autovía. Además, permitir realizar un viaje completo desde Vigo hasta Cangas en apenas 20/25 minutos y sin peaje, al coincidir con el tramo de la autopista cuyo pago corre “en la sombra” por cuenta del Estado. Además, la conexión directa de la autovía con la AP-9 ha evitado las colas y retenciones clásicas del verano.

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