Las dos mujeres presumiblemente de nacionalidad croata que el domingo 17 de octubre protagonizaron un robo millonario en Plaza de Compostela, adelantado por Atlántico la semana pasada, formarían parte de un grupo organizado cuya presencia ya se detectó hace unos meses en Ourense. Allí, dos jóvenes fueron captadas por las cámaras de seguridad de un inmueble cuando accedían a una vivienda. Las características físicas son muy similares a las de las que actuaron en Vigo. Ambas son de edades entre los 21 y 24 años, van vestidas como jóvenes de su edad para no llamar la atención, llevan bolsas y utilizan el método del resbalón para abrir las puertas sin forzar, usando además una especie de calcetines en las manos con las que evitan las huellas.
Las imágenes fueron difundidas entre policías vigueses para alertar de la presencia de un nuevo grupo, sería el tercero tras la detención de otros dos en julio y agosto. El primero, formado por dos mujeres a las que se le atribuyen cinco asaltos en una semana y el segundo, de cinco miembros, que actuaron por toda Galicia.
El verano fue el punto de entrada para estas bandas, que envían células a distintos puntos de España como turistas. Aunque la Comisaría de Vigo aseguró que no pueden certificar su nacionalidad al no tenerlas identificadas, el “modus operandi”, su forma de vestir y de actuar las sitúan directamente bajo el prisma de estos grupos itinerantes.
La alerta que llegó desde Ourense apuntaba a que trasladarían en coches con matrícula francesa o de centroeuropa con veinte años de antigüedad aproximadamente, tipo Volkswagen o BMW aunque también podrían optar por el tren.
La Policía de Vigo descartó ayer que el robo en un piso de Plaza de Compostela tenga relación con otros cuatro denunciados, en Colón, García Barbón y dos ayer en la zona de Vía Norte y Churruca, este último cometido por la mañana y del que se llevaron dinero en efectivo. Fuentes de Comisaría aseguraron que no coinciden ni las fechas, ni el “modus operandi”, ya que no se usó el resbalón sino que las puertas estaban forzadas. Las investigaciones sobre este tipo de bandas de mujeres que se han llevado a cabo en otros puntos de España han revelado que las jóvenes que son enviadas para desvalijar pisos no se suelen quedar más de una semana en una misma ciudad y pueden llegar a cambiarse de ropa tras un asalto para despistar en caso de que sean vistas. Aunque están adiestradas para evitar las cámaras, en caso de que su imagen sea captada, como ocurrió al acceder al portal del piso de la Plaza de Compostela, podría dejarlas fuera de juego durante un tiempo, es decir ocultas en la vivienda, hostal el inmueble que utilizan siempre como centro de operaciones.
La Jefatura Superior de Policía de Galicia daba a conocer durante el arresto de la última banda en agosto, que los días en los que estas mujeres son activas son los viernes, sábados y domingo, mayoritariamente a última hora de la tarde, como ocurrió en Plaza de Compostela, un domingo sobre las nueve y cuarto, aprovechando la salida de sus moradoras. Las asaltantes están entrenadas para abrir puertas con tarjetas o plásticos duros en segundos
