La empresa de componentes de automoción Madera Fiber Technologies, antigua Faurecia Interior, acaba de ser declarada en concurso de acreedores, un proceso solicitado de manera voluntaria por la propia compañía ubicada en Porriño ante una situación de insolvencia económica, si bien la solicitante refiere que “no interesa la liquidación”. La empresa alegó que “no puede cumplir regularmente con sus obligaciones de pago”, algo que achaca a los “estrechos márgenes comerciales con su principal cliente, disminución de la actividad y la imposibilidad de renegociar precios de mercado”.
Asimismo, asegura que carece de liquidez para atender sus deudas “provocado por circunstancias concretas como la retención de grandes cantidades en la compraventa formalizada por la mercantil (Madera Fiber) y la deuda generada por el impuesto de sociedades relativo al ejercicio 2022”. Así consta en el auto del Juzgado Mercantil número 2 de Pontevedra, a fecha 26 de septiembre, que designó al despacho de abogados Lener como administrador concursal. Éste deberá notificar de manera individual los hechos a cada uno de los acreedores y a la representación de los trabajadores, haciéndoles saber de su derecho a personarse en el procedimiento como parte.
Madera Fiber está abocada al cierre, algo que la plantilla ya tiene más que asumido desde que hace unas semanas la compañía les comunicara su intención de presentar concurso. Es “un caso de terrorismo industrial y laboral”, sostiene el comité.
