Aladro asegura que no había otra opción en el Cunqueiro
Comisión de investigación del hospital vigués
El conselleiro maior de Contas mantiene que era más eficiente una obra pública, pero que era imposible en la crisis. También dice que la diferencia fue de 166 millones y no 470
El conselleiro maior del Consello de Contas, Juan Carlos Aladro, compareció ayer en la comisión de investigación en el Parlamento gallego sobre los contratos de la Xunta, donde se reafirmó con matices en el contenido del polémico informe de fiscalización sobre la concesión del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.
Ante los grupos parlamentarios, confirmó que sí hubiese sido "más eficiente" la alternativa de licitación pública en lugar de optar por la concesión. Sin embargo, añadió a renglón seguido, tal y como figura en el informe, que la Xunta "no estaría en condiciones" de construir la infraestructura sin renunciar a "cumplir con los objetivos de déficit" y "sin renunciar" a otros gastos e inversiones, debido al contexto de crisis económica a partir de 2008.
El máximo responsable de Contas apuntó tanto ventajas como deficiencias en la forma escogida por la Xunta para levantar el hospital. Entre estas últimas, señaló la "falta de un estudio de viabilidad completo, que fue sustituido por un estudio socioeconómico financiero".
Con todo, Aladro destacó la "reducción de los plazos de construcción" para esta infraestructura, construida entre 2011 y 2015, así como "la transferencia de riesgo" a la UTE promotora.
Tras esta primera intervención, la oposición le preguntó por ese "sobrecoste" de 470 millones de euros que el informe señaló que supondrá de más por haber escogido el modelo de concesión de obra pública. Aladro no empleó la palabra "sobrecoste" ni rebatió la polémica cifra, pero sí introdujo un matiz, al indicar que lo correcto es aplicar el valor anual neto (VAN), por el que la diferencia entre ambas opciones contractuales sería, en realidad, de unos 165,77 millones de euros, IVA incluido.
Cruce de acusaciones políticas con tintes estatales
Elena Espinosa (PSdeG) centró parte de sus críticas en denunciar que Tomás Pérez Vidal, expresidente del Parlamento gallego, exconselleiro de Fraga y actual miembro del Consello de Contas, fue hasta 2020 consejero delegado del Grupo Puentes y Calzadas, una de las empresas que conforman la UTE concesionaria (Sociedade Novo Hospital de Vigo).
La socialista también censuró la "ocultación deliberada" de esta información en su currículum y el posible "conflicto de intereses" porque es el encargado de fiscalizar al Sergas. No obstante, Aladro le respondió que Pérez Vidal "no intervino, de ninguna manera", en el documento sobre el Cunqueiro.
El popular Roberto Rodríguez llamó "tontos útiles" a los dos grupos de la oposición: al BNG por callar ante "Koldos, Ábalos, Aldamas, Begoñas y Armengoles"; y al PSdeG, por "abrazar la paranoia" del Bloque con esta comisión. Después, la socialista le replicó que "el único partido condenado por corrupción es el PP". El nacionalista Bará, mientras tanto, ha llamado a los populares "títeres políticos" de Feijóo y de Ayuso, por "vetar" la comparecencia de personas de su entorno en la Cámara gallega.
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