Afectados por parálisis cerebral piden en Vigo más atención temprana

La asociación de familias de personas con parálisis cerebral reclama más recursos para incrementar la estimulación entre los menores de seis años y más coordinación entre sanidad, educación y servicios sociales

Los usuarios asistieron a la celebración del Día Mundial en la calle del Príncipe, donde se leyó el manifiesto. Al lado, Consuelo Somoza sosteniendo el micrófono para un usuario.
Los usuarios asistieron a la celebración del Día Mundial en la calle del Príncipe, donde se leyó el manifiesto. Al lado, Consuelo Somoza sosteniendo el micrófono para un usuario.

Los niños fueron los protagonistas del Día Mundial de la Parálisis Cerebral, que se celebró ayer en la escalinata del Marco, y que este año ponía en primer plano la reclamación de un mayor desarrollo de la atención temprana que beneficia a los menores de 6 años que han nacido con riesgo o alteraciones en su neurodesarrollo.

En Vigo, representantes de la Asociación de Familias de Personas con Parálisis Cerebral (Apamp), uno de los colectivos integrados en la Confederación Aspace, leyeron el manifiesto en la calle del Príncipe, a la que acudieron buena parte de los usuarios, sus allegados, así como concejales y la delegada de la Xunta, Ana Ortiz.

Apamp pide una atención temprana gratuita, universal y adecuada a las necesidades de cada uno de los niños, según explica la gerente, Consuelo Somoza.

El Sergas presta este servicio a través de las unidades de atención temprana hospitalaria, pero los recusos son escasos (los días y el tiempo de atención son reducidos) y las familias acaban echando mano de gabinetes privados para completar. Además, en el sistema público faltan perfiles profesionales de la atención temprana como los psicólogos. Aspace recuerda que debe ser una atención multidisciplinar, contando con profesionales de fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional, psicología y neuropsicología. Recuerdan que la estimulación es crucial antes de cumplir los 6 años porque a esas edades el cerebro tiene una mayor plasticidad y tendrá más autonomía en la vida adulta.

También reclaman una mayor coordinación entre el sistema sanitario, el educativo y los servicios sociales. “El niño es uno, no 25, pero va a un centro educativo, al gabinete privado porque toda estimulación es poca, y a otros recursos. Es un maratón para las familias, y es difícil de gestionar por la tarea que supone y por el coste”, explica.

“Los centros que prestamos atención temprana llevamos al terapeuta al entorno del niño. Vamos al centro educativo para ver qué apoyo necesita o las líneas de trabajo para hacer que sea más independiente. También vamos a su casa para ver qué apoyos necesitan para ganar autonomía y qué habilidades tienen que desarrollar las familias. Intentamos coordinarnos para trabajar todos por los mismos objetivos”. Por otro lado, apunta que la atención temprana debe ser lúdica porque “son niños y quieren jugar” y apunta que usuarios adultos recordaban esa atención temprana como algo muy trabajoso. “La atención temprana es la diferencia entre el yo quiero y yo puedo, con estímulos puede ser el yo quiero”, concluye.

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