La Asociación Freixeiro de Ayuda al Necesitado (AFAN) lleva más de tres décadas entregando alimentos a las familias en riesgo de exclusión social de Vigo gracias al tesón de su fundadora y presidenta, Hortensia ‘Tensi’ González, quien a pesar de rebasar ya los 80 años continúa al pie del cañón en su pequeño local de Rúa da Pastora para garantizar que, en la medida de lo posible, las más de 60 familias que acuden cada día a AFAN puedan salir con una bolsa de comida. Pero la situación para esta ONG viguesa, uno de los baluartes de la solidaridad en la ciudad, es ahora mismo crítica y peligra su continuidad debido a la falta de recursos.
La propia Tensi, en declaraciones a este periódico, manifiesta que “en este momento nos falta de todo”. A principios de año recibieron la subvención anual por parte del Concello de Vigo, pero solamente con esta ayuda les da para subsistir unos cuantos meses. “De la aportación de la Xunta no sabemos nada y cuando nos llegue, seguramente se quedará en el banco”, remarca la presidenta de la ONG. Para más inri, la contribución alimentaria que recibían cada año de la Unión Europea a través del Gobierno central ya es historia: “Esta ayuda ahora la dan en tarjetas de la Cruz Roja, y yo no dudo de ellos y el trabajo que hacen, pero la realidad es que a mí me siguen llegando cada vez más familias y no voy a contar con todos estos alimentos que sí que tenía otros años”, asevera Tensi. Se trataba de una importante cantidad de alimentos del día a día como arroz, pasta, garbanzos o galletas, cuentan desde AFAN.
Así, González se muestra tajante: “Llegará un momento que no tendré nada más que poner en las bolsas”. Por el momento, las cerca de 60 familias que acuden a esta ONG diariamente –son unas 6.000 personas cada mes– están siendo atendidas con normalidad, pero desde la asociación temen que, si todo continúa como hasta ahora, la cantidad y variedad de los productos que introducen en estas bolsas de ayuda disminuya de forma vertiginosa. “Yo seguiré hasta que no me quede nada que dar a las familias necesitadas, pero con el ritmo al que vamos, no sé si llegaré siquiera hasta el mes de agosto”, alerta Tensi, que ve peligrar el futuro a corto plazo de una de las ONG históricas de Vigo.
“Pedí un préstamo al banco poniendo mi pensión como aval”
El compromiso de Tensi González con AFAN y con las familias necesitadas de la zona es total y absoluto. Tanto es así que asegura que, para poder seguir adelante con la ONG, “pedí un préstamo al banco con mi pensión como aval”, por lo que cuando la entidad bancaria reclame la devolución del mismo, no han llegado todavía las ayudas prometidas, “irán a por mi pensión”. Se trata de un gesto para el que no tuvo que dudar un segundo, y aunque cuenta que “de momento el banco se ha portado bien con nosotros”, es consciente de que este crédito no es ilimitado y está a la espera de la llegada de la subvención autonómica para poder saldar dicho préstamo. No es nada nuevo en el ‘historial solidario’ de Tensi, que mantuvo AFAN abierto durante la época más dura de la pandemia, en la que entregaba alimentos frescos a las familias cada mañana. La presidenta de esta ONG llegó a declarar a este periódico que “mientras me quede un hilo de vida seguiré adelante” hace ya varios años, demostrando su compromiso inquebrantable con los que menos tienen.
González lamenta que le apenan especialmente los niños que pasan por situaciones así: “Hoy mismo (por ayer) tenía aquí a dos niños que ni habían desayunado, los mandamos a casa con leche y galletas. En estas cosas no piensan los que tienen el dinero, tendían que pasar un mes o dos así para darse cuenta”.
