La AECC ofrecerá cursos para dejar de fumar a los jóvenes
Salud
Quieren ahorrar veinte años de consumo a los que empiezan a coquetear con el tabaco y los vapeadores, y lo harán con mensajes y clases adaptadas para esta población
La Asociación Española contra el Cáncer en Vigo hará campañas de prevención contra el tabaquismo dirigidas a los jóvenes y organizará cursos específicos para esta población. Es uno de los objetivos para el próximo año de la organización a nivel estatal. “Queremos prevenir a edades tempranas, les puedes ahorrar 20 años de consumo”, señala la técnica de prevención y psicóloga, Loreto Puente.
La entidad organiza desde hace muchos años cursos para dejar de fumar en Vigo y en todos los municipios del área, que tienen mucha demanda y que se retoman a la vuelta del verano.
Acuden pacientes oncológicos y crónicos, familiares que tienen miedo al ver de cerca la enfermedad y personas que han tenido un “susto” en su salud o que simplemente se han cansado de esa dependencia.
La edad de los participantes ha ido bajando con los años y ahora quieren llegar a los más jóvenes, porque el daño es mayor a edades tempranas, e incluirán también los vapeadores porque está creciendo su uso y existe la creencia de que es menos malo que el tabaco cuando no es así. Ya han atendido a personas que combinaban el tabaco y el vapeador. “Usan el vapeador para reducir el consumo de nicotina, pero al final estás añadiendo otra sustancia. Ya hay estudios que demuestran que el impacto de los vapeadores en la salud es tremendo”. Los cursos se celebran en su sede y en empresas que lo solicitan.
El tabaquismo es la principal causa prevenible de enfermedad, discapacidad y muerte prematura, según la OMS. Se relaciona directamente con 13 cánceres, con problemas cardiovasculares y otras dolencias. Causa más de 8 millones de muertes al año, de las cuales aproximadamente 1,2 millones se deben a la exposición pasiva. En Galicia el consumo de tabaco se relacionó con el 11,4% de los fallecimientos según un estudio realizado en 2017 (1,5 puntos por debajo de la media estatal).
Sin embargo, los cursos no inciden en los aspectos negativos para la salud, sino en los beneficios que se consiguen al dejar de fumar, desde la recuperación física a la ruptura de una dependencia que también es emocional. Una de las herramientas del curso es la medición del CO2 exhalado, que está por debajo de 4 en un no fumador, y puede superar los 35 en personas que llevan años con este hábito. Las mediciones se repiten a lo largo de las nueve semanas del curso y los participantes van viendo su propia evolución. Antes de empezar, se hace una entrevista previa a los candidatos para conocer su situación y luego forman grupos de un máximo de 12 personas, porque es una terapia grupal de una adicción. Defienden que es necesaria la atención psicológica y que no llega con tomar un fármaco. “La medicación te quita las ganas de fumar, pero la dependencia emocional es mayor y hay que trabajar sobre eso”. Les explican las sustancias que lleva el tabaco y los efectos que produce, el recuerdan el coste del tabaco (gastan 5 o 10 euros al día), les enseñan a prevenir caídas y recaídas, y gestionar esas situaciones cuando se producen, entre otros objetivos. Los participantes tienen también sesiones de mantenimiento y les facilitan materiales para que se puedan mantener en el abandono del tabaco.
Loreto Puente: “Creen que el pitillo les da el momentazo”
La psicóloga Loreto Puente explica que los fumadores “creen que el pitillo les da el momentazo, pero lo que es bueno es el momento, el pitillo solo da mal aliento, estropea la piel y puede provocar enfermedades”. En esta línea, apunta que los grandes fumadores asocian el pitillo a la gestión de las emociones, lo usan para circunstancias tan dispares como un enfado, un entierro, una fiesta, una situación de estrés, y son capaces de salir a fumar solos a la calle en pleno temporal por esta dependencia. En el curso les hacen tomar conciencia sobre su conducta como paso previo para recuperar el control. Se han encontrado también con personas que no estaban muy decididas a dejarlo. “La relación más larga que han tenido en su vida es con el pitillo, hay personas que incluso pasan por un proceso de duelo para desprenderse del tabaco”.
La tasa de éxito de los cursos de la Asociación contra el Cáncer de Vigo supera el 80%. “Depende de la persona, requiere implicación. Algunos se apuntan poco convencidos y otros que lo consiguen se sorprenden de lo fácil que les resultó, pensaban que les iba a costar mucho”. Los que dejan de fumar saben exactamente cuándo lo hicieron.
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